“Mediante el análisis químico se puede diferenciar entre el jamón de un cerdo ibérico que se ha criado en libertad en el campo y que se ha alimentado de bellotas, de otro que ha sido engordado con piensos a través del análisis de su grasa”, explica de Pablos Pons, quien añade que se garantiza la autenticidad de los productos de Denominación de Origen de los Pedroches y de algunos mataderos de la sierra de Huelva.
Este grupo de investigación que colabora además con expertos de la Universidad Complutense de Madrid, Granada, Santiago de Compostela, Huelva y del CSIC, estudia los distintos elementos químicos presentes en bebidas y licores para la autenticidad de distintas denominaciones de origen de vinos de España y otros alcoholes como wiskys y anisados. Asimismo se garantiza la calidad de muestras de café y té con el objetivo de evitar simulaciones y responder a la demanda del consumidor.
“El porcentaje de fraudes detectados en las muestras analizadas es muy bajo, suelen cumplir los parámetros químicos exigidos” y es que hoy día “la industria alimentaria hace un esfuerzo tremendo para garantizar al consumidor la autenticidad de su producto”. En los laboratorios de control de calidad de las grandes empresas no sólo se analizan los productos de su marca sino también los de la competencia para comprobar que se está trabajando de forma leal, afirma el catedrático.
Los resultados obtenidos por este grupo de investigación de la Universidad de Sevilla se publican en revistas de alto nivel de impacto y amplia difusión internacional como las que edita la American Chemical Society.
FOTO: Jamón ibérico cortado en lonchas. Imagen: César MR