Las personas con dislexia a menudo luchan con la capacidad de decodificar con precisión e identificar lo que leen. Aunque la interrupción de los sonidos del habla se ha relacionado con la patología de la dislexia, la base de este trastorno y cómo interfiere con la comprensión lectora no se ha explicado en su totalidad. Una nueva investigación demuestra que una anomalía en el proceso de las señales auditivas es uno de los principales síntomas de la dislexia
"Nuestros resultados sugieren que la corteza auditiva izquierda de las personas con dislexia puede ser menos sensible a las modulaciones en frecuencias muy específicas que son óptimas para el análisis de los sonidos del habla y demasiado sensibles a las frecuencias más altas, lo que es potencialmente perjudicial para su capacidad de memoria verbal a corto plazo”, explica Anne-Lise Giraud, una de las autoras principales del artículo e investigadora de la Escuela Normal Superior de París (Francia).
Giraud y su equipo examinaron si una irregularidad en las primeras etapas del procesamiento auditivo en el cerebro, llamado ‘muestreo’, está relacionado con la dislexia. Se centraron en la idea de que una anomalía en el procesamiento inicial de los fonemas –las unidades más pequeñas de sonido que se pueden utilizar para hacer una palabra–, podría tener un impacto directo en el procesamiento del habla.
"Es ampliamente aceptado que para la mayoría de los niños disléxicos, la principal causa está relacionada con un déficit en el procesamiento de los sonidos del habla", apuntan los autores. Faltaba saber la base de estos síntomas.
Se conoce que hay tres síntomas principales de este déficit: la dificultad para prestar atención a los sonidos del habla individual, una capacidad limitada para repetir una lista de ‘pseudopalabras’ o números, y un rendimiento lento cuando se les pregunta por el nombre de una serie de imágenes y colores de forma rápida.
Los investigadores encontraron que el procesamiento cerebral típico de los ritmos auditivos asociados a los fonemas se vio interrumpido en la corteza auditiva izquierda de los disléxicos y que este déficit estaba correlacionado con las medidas de procesamiento de los sonidos del habla.
Además, los disléxicos exhibieron una mayor respuesta a los ritmos de alta frecuencia que, indirectamente, interfieren con la memoria verbal. Es posible que este ‘sobremuestreo’ pudiera dar lugar a una distorsión de la representación de los sonidos del habla.
"En conjunto, nuestros datos sugieren que la corteza auditiva de las personas con dislexia está menos ajustada a las necesidades específicas del procesamiento de la voz", concluye la investigación.
Imagen: Dendrea