Gaspar Llamazares considera necesario que “quede meridianamente clara y sin hipocresías políticas cuál es la posición de cada grupo frente a lo que no es más que un ‘repago’ de servicios sanitarios”

Izquierda Unida, a través de su diputado Gaspar Llamazares, ha registrado una proposición no de ley sobre “introducción de fórmulas de copago por parte de los usuarios del Sistema Nacional de Salud”, con la intención de que el Congreso de los Diputados “rechace al inicio de esta legislatura y quede meridianamente clara y sin hipocresías políticas cuál es la posición de cada grupo frente a lo que no es más que un ‘repago’ de servicios sanitarios que algunos quieren llevar a la práctica cuánto antes”, según ha valorado.

En concreto, la iniciativa de IU señala que “el Congreso de los Diputados reitera su rechazo de la introducción de fórmulas de COPAGO (euro, ticket, etc.) por parte de los usuarios del Sistema Nacional de Salud, al entender que afectarían gravemente a principios básicos del derecho constitucional a la salud como la accesibilidad, la universalidad y la gratuidad de la atención integral de salud sin aportar, a cambio, avances significativos en la organización de la demanda y mucho menos en la financiación del Sistema Nacional de Salud”.
Llamazares lleva esta iniciativa al Congreso después de haber logrado durante la legislatura anterior -en concreto el 22 de febrero pasado-, que los grupos de la Cámara Baja, salvo CiU y PNV, que se abstuvieron, rechazaran la introducción de “cualquier fórmula de copago” en el sistema público sanitario.

Esta nueva proposición parlamentaria se produce unas horas después de que el Gobierno de la Generalitat catalana haya anunciado que a partir de enero de 2012 impondrá el copago farmacéutico a los pacientes de esta comunidad autónoma, incluidos los crónicos y los jubilados, que se verían obligados a pagar un euro por receta.
El parlamentario de IU rechaza de forma rotunda la extensión de sistemas de estas características en el modelo sanitario porque “entre otros motivos, como se ha visto ya en la práctica en otros países, esta fórmula resulta ineficaz económicamente, al gastarse más en gestiones burocráticas que los ingresos que se obtienen con ella”.
Además, muestra su oposición a cualquiera de las variantes barajadas o instauradas ya en otros países para ejecutar el copago junto al pago de un euro por receta, como son el denominado ticket moderador o el pago de un euro por consulta.