“En Asturias, el Partido Socialista es la fuerza mayoritaria desde hace 12 años y también en periodos anteriores. Ha habido un periodo en el que ha gobernado la derecha en Asturias, el Partido Popular, entre 1995 y 1999. El resto han sido bien gobiernos socialistas o bien gobiernos en coalición con Izquierda Unida.
Yo creo que la referencia Álvarez-Cascos, tratando de objetivar y tratando de ser respetuoso con todo el mundo –naturalmente ser respetuoso no quiere decir que evite decir en público lo que pienso-, yo creo que añade muy poco a la Asturias que se presenta como una Asturias moderna e innovadora para el futuro.
Digo esto porque Álvarez-Cascos fue protagonista en el año 98 de una ruptura tremenda en su propio partido. Entró en una confrontación con el que entonces era el Presidente del Principado, Sergio Marqués, también del Partido Popular, y se produjo la quiebra institucional más grande que ha habido en nuestra comunidad. Fueron cuatro años en los que no se pudo avanzar.
Incluso, como dato significativo, les diré que no hubo ni un solo traspaso en una época en la que se estaban produciendo todos los traspasos del modelo autonómico tan descentralizado que tenemos en nuestro país. Se quebró la relación entre el Gobierno de Asturias y el Gobierno central.
En el año 2010, la misma persona, presuntamente posible candidato del Partido Popular en Asturias –porque él deseó retornar después de años alejado de la política-, vuelve a entrar en colisión con su propio partido. Y aquellas frases que él decía en el año 98, acusando a Marqués, de que prefería un partido sin gobierno que un Gobierno sin partido pues resulta que él, en el año 2010, prefiere el Gobierno suyo al Partido suyo. Hace lo contrario de lo que decía y preconizaba antes.
Y esta incoherencia a la gente más joven, que tiene menos memoria, puede que no le resulte importante. A mi me resulta muy importante. En la vida, las personas tienen su trayectoria y tenemos que responder de lo que cada uno dijo, pensó y divulgó en su momento.
Y yo creo que es una contradicción total porque volvió a romper de nuevo a su partido, por segunda vez.
Una persona que, cuando tiene responsabilidades de gobierno, en Asturias lo único que recordamos es que quiebra completamente algo que nos ha costado muchísimo conseguir, que son: la estabilidad institucional, el rigor y la seriedad; la buena convivencia dentro de la discrepancia que hemos conseguido institucionalmente, tampoco es una garantía de futuro.
Ni creo que ahora pueda presentarse como un hombre que es moderado, centrista, incluso con ciertos ribetes de nacionalismo astur. Esto no es creíble. Y los efectos, sin duda, serán que va a romper de una manera importante a la derecha asturiana, al Partido Popular, y va a haber dos formaciones políticas pero, aparentemente, sin ninguna quiebra ideológica. Porque Cascos, cuando se marcha del Partido Popular o el Partido Popular no acepta lo que Cascos le plantea, no es que haya discrepancias ideológicas: es que se siente maltratado.
Tienen unos grandes problemas los dirigentes unos con otros. Se dicen cosas tremendas que no voy a reproducir aquí por educación, pero se dicen cosas tremendas unos de otros. ¿Eso es el futuro de Asturias? Yo creo que no.
La Asturias del futuro no va a ganar nada con personas que, como él, han demostrado muy poca coherencia. Y, sobre todo, demuestran que destruyen la convivencia y que ponen en peligro muchas conquistas que nosotros tenemos y que creo, sinceramente, que ha sido producto de un esfuerzo colectivo muy grande”.