Por Fernando Bazán
noticiasdesiria.blogspot.
El Ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, firmó el protocolo de inicio de cooperación con la Liga Árabe que permitirá el acceso a la misión de observadores de la Liga Árabe. El acuerdo, firmado en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, después de semanas de sanciones por parte de la Liga, tendrá una duración inicial de un mes y que será renovable por acuerdo de ambas partes; el acuerdo no afectaría a la soberanía de Siria después de la Liga Árabe acordaron el 70 % de los cambios buscados por Damasco.
Muallem dijo que Damasco esperaba a la misión de observadores para que se reivindique su argumento, que los disturbios que sacude al país desde marzo son el trabajo de los rebeldes armados, y de no manifestantes a favor de los DDHH.
Bajo los términos del acuerdo, las fuerzas de seguridad sirias deben retirarse de las ciudades y pueblos que los observadores tienen la intención de supervisar, muchas de estas poblaciones han estado en el centro de las protestas y son las que han sufrido mayoritariamente las bajas civiles. Los observadores sólo podrán visitar los lugares donde ha habido enfrentamientos, no así las instalaciones sensibles como las sujetas a la vigilancia nuclear de Agencia Internacional de Energía Atómica de ONU.
Bajo los términos del acuerdo, las fuerzas de seguridad sirias deben retirarse de las ciudades y pueblos que los observadores tienen la intención de supervisar, muchas de estas poblaciones han estado en el centro de las protestas y son las que han sufrido mayoritariamente las bajas civiles. Los observadores sólo podrán visitar los lugares donde ha habido enfrentamientos, no así las instalaciones sensibles como las sujetas a la vigilancia nuclear de Agencia Internacional de Energía Atómica de ONU.
La Liga Árabe había emplazado a Siria hasta el miércoles para firmar el acuerdo, advirtiendo que si Damasco no lo hacía, era probable que la Liga remitiese el caso al Consejo de Seguridad de la ONU para que éste dispusiese una acción para intentar ponerle fin a la represión del presidente Bashar al Assad, en el levantamiento popular que la ONU dice que ha mataron al menos a 5.000 personas. El plan de la Liga Árabe pide a Siria que cese en su ofensiva contra los manifestantes, que sostenga conversaciones con la oposición y le permita el acceso a los observadores árabes para asegurar el cumplimiento con el acuerdo; la Liga Árabe no quiere una intervención militar extranjera como sucedió en Libia.
Aunque los observadores tendrán un mandato para realizar su tarea con "libertad" de movimiento y "bajo la protección del gobierno sirio", muchos opositores al régimen han acusado al presidente Al-Assad sobre el acuerdo al que ven como una forma de ganar tiempo mientras continúa su ofensiva y han expresado su escepticismo sobre el grado de cooperación que el régimen tendrá con la Liga Árabe, incluso después de la firma del acuerdo.
Aunque los observadores tendrán un mandato para realizar su tarea con "libertad" de movimiento y "bajo la protección del gobierno sirio", muchos opositores al régimen han acusado al presidente Al-Assad sobre el acuerdo al que ven como una forma de ganar tiempo mientras continúa su ofensiva y han expresado su escepticismo sobre el grado de cooperación que el régimen tendrá con la Liga Árabe, incluso después de la firma del acuerdo.
A principios de este mes, Damasco dijo que permitiría la misión pero una de las condiciones para ello incluía el levantamiento de las sanciones económicas impuestas recientemente por la Liga Árabe a Siria; hoy sin embargo, Al-Moallem dijo que Siria ya no pedía el levantamiento de las sanciones y acusó a algunos países árabes de tratar de internacionalizar la crisis siria y señaló que si alguien quiere cuidar los intereses del pueblo sirio no impone sanciones económicas al país o trabaja en la internacionalización de la crisis a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por otro lado, el proyecto de resolución sobre Siria elaborado por Rusia y propuesto la semana pasada ante Naciones Unidas le envía una "señal clara" al gobierno y a los opositores del presidente Bashar Al-Assad para que entablen un diálogo que ponga fin a la violencia. La propuesta de Rusia exige que todas las partes en Siria pongan fin inmediatamente a cualquier tipo de violencia, independientemente de dónde provenga.
Si bien este proyecto, que no pide sanciones y fue criticado por EE.UU. y Francia al equiparar la represión de las protestas por las fuerzas de seguridad del régimen sirio con las medidas de autodefensa adoptadas por la oposición, el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores Alexander Lukashevich señaló que su país ha condenado la violencia de todos lados y por el momento no se veía ninguna solución alternativa a la crisis político-diplomática del país. Lukashevich agregó que cualquier injerencia extranjera, dado el papel de Siria en la seguridad regional, puede desestabilizar la situación en Oriente Medio.
Si bien este proyecto, que no pide sanciones y fue criticado por EE.UU. y Francia al equiparar la represión de las protestas por las fuerzas de seguridad del régimen sirio con las medidas de autodefensa adoptadas por la oposición, el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores Alexander Lukashevich señaló que su país ha condenado la violencia de todos lados y por el momento no se veía ninguna solución alternativa a la crisis político-diplomática del país. Lukashevich agregó que cualquier injerencia extranjera, dado el papel de Siria en la seguridad regional, puede desestabilizar la situación en Oriente Medio.