Desde las primeras elecciones democráticas, un 23,7% de los ministros españoles no tenía carné del partido del gobierno en el momento del traspaso de carteras. Esto implica que España ha tenido un número de ministros independientes superior al del resto de países europeos con gobiernos parlamentarios, donde este porcentaje no es nunca superior al 5%, según indica un estudio de la Universidad de Valencia (UV).
“En la mayoría de los países europeos con gobiernos parlamentarios, el número de ministros independientes es nulo, y casi nunca superior al 5%. En este sentido, España se parece a los países presidencialistas, como EE UU y países latinoamericanos, donde los presidentes del gobierno pueden nombrar a ministros que no son del partido como estrategia para afrontar mejor el contexto político del momento”, declara a SINC Juan Rodríguez Teruel, profesor de la Universidad de Valencia (UV) y autor de una obra dedicada a la selección de los ministros en España.
La investigación se basa en el análisis de las carreras de los ministros desde Adolfo Suárez hasta el último gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como de su paso por el gobierno. Según sus resultados, en España, a pesar de que hay ministros independientes, los gobiernos no han tenido nunca un carácter tecnocrático, pero sí han contado con un elevado perfil académico y una especialización notable.
“La mitad de los ministros son especialistas en la materia que gobiernan y prácticamente todos tienen, al menos, una licenciatura. Esto desmiente la idea de que en España los gobiernos tienen una baja cualificación. De hecho, en Europa el porcentaje de ministros sin estudios universitarios es mayor, entre el 10% y el 40%”, apunta el investigador.
Por otro lado, Rodríguez Teruel señala que, observando la carrera ministerial de los miembros del gobierno desde 1977, se deduce que los ministros tienen muy poca capacidad de influencia en el gobierno. “Su duración media en el cargo no es superior a tres años y en muy pocas ocasiones cambian de cartera, solo uno de cada cinco. Además, no suelen volver al gobierno una vez que han salido de él: solo 14 ministros lo han hecho”, explica.
Esto limita su capacidad de influencia y hace recaer todo el poder en el presidente, lo que le expone paradójicamente a una elevada vulnerabilidad. “Al final de los mandatos, los jefes de gobierno españoles suelen estar rodeados de ministros con poca experiencia y sin la fuerza política suficiente para cubrir las debilidades y el desgaste del presidente. El debilitamiento de sus equipos de gobierno conduce a la sobreexposición del presidente y a un mayor desgaste personal. Esto pasó al final de González, al final de Aznar y al final de Zapatero. En España tenemos presidentes de gobiernos fuertes y ministros con pies de barro”, asegura el autor.
Llegar a ministro sin pasar antes por el congreso
En un artículo derivado de su investigación, el autor analiza además el impacto de la descentralización política en las carreras de la élite ministerial para explicar por qué en España hay menos ministros parlamentarios de los que cabría esperar. “Nuestro gobierno parlamentario es poco parlamentario”, concluye.
En este sentido, cuando Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero tuvieron que renovar sus gabinetes en legislaturas con serias dificultades políticas (V y IX), buscaron sus ministrables lejos del parlamento nacional. “El parlamento aparece como una arena más, que en muchos casos deberá combinarse con el tránsito por otras instituciones”, afirma el autor
De las diez legislaturas existentes hasta el momento, solo en cuatro el número de parlamentarios en el gabinete ha superado la media del 50%: las dos primeras de González, la primera de Aznar y la primera de Zapatero. Por partidos, los gobiernos del PP tienen más parlamentarios que los del PSOE y UCD. Y si dejamos a un lado el gobierno de UCD, en cada uno de los tres períodos presidenciales (González, Aznar y Zapatero), el peso de los parlamentarios ha ido reduciéndose a medida que transcurrían las legislaturas.
“Podemos decir que la mayoría de los individuos que llegan al consejo de ministros han tenido carreras políticas que han pasado por diferentes niveles. Esto ocurre sobre todo en los últimos quince años hasta la actualidad, sobre todo a partir del gobierno de Aznar”, reitera el investigador de la UV.
La profesionalización política de los ministros en España se ha producido de la mano de diferentes instituciones de gobierno, a diferencia de otros países también muy descentralizados, como Alemania o Bélgica –con gobiernos federales–, donde el parlamento nacional continúa siendo un nivel necesario para la mayoría de ministros. “Esto implica que muchos ministros españoles no han tenido experiencia política nacional y llegan al gobierno con una visión política del estado y de las prioridades distinta de sus colegas parlamentarios”, concluye Rodríguez Teruel.
Imagen: moncloa.es