Mientras millones de españoles miraban al cielo buscando respuestas y otros se quedaban atrapados en trenes, quirófanos o metros sin luz ni cobertura, un pequeño grupo de empresas y sectores vivió el apagón del 28 de abril no como una tragedia, sino como una oportunidad. Porque sí: incluso en medio del caos, hay quienes saben encender la luz… del negocio.
El apagón eléctrico que paralizó Asturias —y de paso sumió al resto de España en un escenario más propio de una película distópica— dejó hospitales funcionando a duras penas, trenes varados y familias desconectadas del mundo exterior. Pero mientras todo parecía desmoronarse, algunas personas estaban, literalmente, haciendo caja.
Y no es teoría de la conspiración. Es economía real.
Generadores: la nueva fiebre del oro
En las primeras horas del apagón, las tiendas especializadas en generadores portátiles vieron dispararse sus búsquedas online. Empresas de suministros eléctricos, ferreterías grandes y medianas, y plataformas como Amazon registraron un repunte inusual de pedidos de sistemas autónomos de electricidad. Algunos proveedores agotaron existencias antes de que se restaurara la luz.
¿Quién pensó en comprar un generador en pleno siglo XXI? Pues ahora hay lista de espera.
Energía solar y baterías: el sueño de la autosuficiencia, ahora urgente
Lo que parecía una opción ecológica o una moda para techies, se convirtió en prioridad. Las compañías que venden kits de autoconsumo con placas solares y baterías domésticas (como Tesla Powerwall, Sonnen o empresas locales de energías renovables) vieron multiplicarse las consultas de nuevos clientes. Lo que antes era una inversión a medio plazo, ahora es un seguro contra el pánico.
La radio renace: cuando el retro se vuelve útil
Sin móviles, sin wifi, sin cobertura… y entonces alguien recordó que la radio todavía funciona con pilas. Las emisoras locales y nacionales aumentaron audiencia de forma exponencial. Algunas emisoras públicas hablaron de una “audiencia de emergencia” superior a la que reciben en elecciones o eventos deportivos. La vieja radio ha resucitado, al menos por unas horas.
Apps que no necesitan internet: los reyes discretos del momento
Aunque la mayoría de servicios online quedaron inutilizados, algunas aplicaciones que permiten enviar mensajes a corta distancia usando Bluetooth o redes mesh (como Bridgefy o Briar) se convirtieron en herramientas vitales en zonas urbanas. ¿Su mérito? Estar siempre en segundo plano… hasta que llega el momento de brillar.
Consultores de resiliencia: los nuevos gurús
Los apagones masivos reactivan el negocio de la previsión: ciberseguridad, infraestructura crítica, continuidad de negocio. En cuestión de horas, grandes compañías empezaron a revisar sus planes de contingencia. Las consultoras tecnológicas y energéticas que ofrecen asesoramiento sobre cómo sobrevivir al colapso digital recibieron llamadas con tono urgente. Nadie quiere ser el siguiente en quedarse a oscuras.
Lo ocurrido el 28 de abril fue un mazazo para millones de personas, y especialmente para regiones como Asturias, donde el apagón fue total. Pero el colapso eléctrico también dejó al descubierto una realidad incómoda: en cada crisis, hay quienes pierden… y hay quienes estaban esperando, preparados, para ganar.
Porque mientras medio país se preguntaba “¿cuándo volverá la luz?”, otros ya estaban vendiendo linternas. ¿Quién dijo que el caos no tiene mercado?