El Principado destina 16 millones a una estrategia que busca combatir la soledad no deseada en una región donde casi la mitad de los hogares serán unipersonales en 2039
Asturias ha dado un paso firme para combatir uno de los mayores desafíos silenciosos de nuestra época: la soledad no deseada. El Principado ha iniciado la elaboración de la Estrategia Asturiana contra la Soledad no Deseada (2026-2027), un plan pionero que movilizará 16 millones de euros y que pretende detectar, prevenir y acompañar a las personas afectadas, con especial atención a la población mayor.
El envejecimiento de la sociedad asturiana es una realidad palpable. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2039 casi la mitad de los hogares asturianos estarán formados por una sola persona, convirtiendo a Asturias en una de las comunidades más expuestas a esta nueva forma de aislamiento social.
La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Marta del Arco, presentó esta semana el borrador del plan, que verá la luz en el segundo semestre de este año. Su principal objetivo: fomentar una vida activa y comunitaria entre las personas mayores, ayudándolas a evitar la exclusión por motivos de edad.
Tecnología, movilidad y comunidad: las claves del plan
Entre las líneas de actuación más destacadas figuran:
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Apoyo en nuevas tecnologías, para romper la brecha digital entre generaciones.
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Mejora de la movilidad en zonas rurales, garantizando el acceso a servicios esenciales.
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Campañas de sensibilización, dirigidas a eliminar estereotipos que favorecen el aislamiento.
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Refuerzo de las redes comunitarias mediante la participación activa en actividades culturales, deportivas y sociales.
El enfoque preventivo será esencial: el Principado se propone identificar a las personas en riesgo de aislamiento antes de que la soledad se cronifique, una medida respaldada por los últimos estudios nacionales que alertan de los devastadores efectos de la soledad en la salud mental y física.
Un problema de salud pública... y de economía
La soledad no deseada ya es considerada un problema de salud pública. Se asocia a un mayor riesgo de depresión, deterioro cognitivo y enfermedades cardiovasculares, y representa un coste anual de más de un millón de años de vida saludable perdidos en España, según datos recientes del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada.
Además, la soledad afecta más a las mujeres: el 80 % de las personas atendidas en programas sociales en Asturias son mujeres, un dato que se tendrá especialmente en cuenta en el diseño de las acciones.
Una alianza para tejer redes de apoyo
En la elaboración de la estrategia participarán expertos de varias áreas del Gobierno asturiano, junto a entidades como la Federación Asturiana de Concejos (FACC), la Universidad de Oviedo, la Mesa del Tercer Sector, las Cámaras de Comercio de Oviedo, Gijón y Avilés, y asociaciones como Adeipa y Adesspa.
"La soledad no es solo tristeza; es enfermedad, es exclusión y tiene un coste para toda la sociedad", advirtió Marta del Arco, quien hizo un llamamiento a la implicación de todos los sectores sociales y económicos en esta cruzada.
Asturias se propone, así, ser referente nacional en la lucha contra la soledad no deseada, con una estrategia que combina visión a largo plazo, acción inmediata y una gran dosis de humanidad.