¿Y si el nuevo Papa fuera asturiano?

¿Y si el nuevo Papa fuera asturiano

Ángel Fernández Artime, nacido en Luanco y criado en la tradición salesiana, es uno de los cardenales con derecho a voto en el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. Su perfil cercano, su experiencia global y su sintonía con el mundo joven lo sitúan como una figura a observar.

 

Con el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia Católica entra en sede vacante. Y entre los 135 cardenales menores de 80 años que participarán en el cónclave, hay un nombre que resuena con orgullo en el norte de España: Ángel Fernández Artime, nacido en Luanco (Gozón) en 1960, hijo de pescadores, educado en la tradición salesiana, y elevado al cardenalato por el propio Francisco en 2023.

Con 64 años, este asturiano no solo tiene derecho a voto en la elección del próximo pontífice, sino que su trayectoria lo sitúa, para algunos, como un papable inesperado pero coherente con los vientos de cambio que soplan en la Iglesia.

¿Quién es Ángel Fernández Artime?

Sacerdote salesiano, educador nato y defensor del mundo juvenil y popular, Fernández Artime fue durante diez años rector mayor de los Salesianos, la máxima autoridad global de esta congregación fundada por Don Bosco. Su elección al frente de la orden en 2014 ya fue histórica: el primero no italiano, y el primero español.

Ese cargo le llevó a recorrer el mundo entero, desde las villas de Buenos Aires hasta las barriadas de Manila, siempre con un mensaje de fe cercana, humildad y compromiso social. En su mandato consolidó proyectos educativos en más de 130 países y reforzó la identidad misionera del carisma salesiano.

Fue precisamente durante su etapa en Argentina donde estrechó lazos con el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio, una relación que muchos consideran clave para su posterior nombramiento como cardenal.

¿Qué hace hoy en el Vaticano?

Actualmente, Fernández Artime es proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, uno de los organismos más relevantes de la Curia romana. Desde ese cargo, participa activamente en la reforma vaticana, defendiendo una Iglesia menos clerical, más sinodal y abierta a nuevas formas de vida consagrada.

Su perfil gusta en muchos entornos por ser a la vez teológicamente sólido, socialmente sensible y diplomáticamente prudente. Domina varios idiomas, tiene formación universitaria en teología pastoral y una enorme experiencia en gestión de estructuras complejas.

¿Puede un asturiano llegar a Papa?

En teoría, sí. Y en la práctica, no sería tan descabellado.

  • Es cardenal elector, lo que ya lo coloca entre los posibles votables.

  • Tiene formación y experiencia internacional.

  • Representa una Iglesia de base, educativa, conectada con la juventud.

  • Tiene el perfil reformista pero equilibrado que muchos buscan como continuación del legado de Francisco.

Eso sí: no es parte de los "papables evidentes" que manejan las quinielas italianas, como Pietro Parolin o Matteo Zuppi, ni es una figura conocida del ala más tradicionalista. Su condición de outsider, lejos de jugar en su contra, puede hacerlo destacar en un cónclave donde el consenso será difícil y la frescura necesaria.

Un asturiano en la historia universal de la Iglesia

De ser elegido, Ángel Fernández Artime no solo sería el primer Papa español desde el valenciano Alejandro VI en el siglo XV, sino el primer asturiano en ocupar el trono de San Pedro. Su figura encarnaría una Iglesia que habla desde las periferias, que dialoga con los jóvenes, y que pone el Evangelio en la calle.

En Luanco, en Avilés —donde fue profesor del Colegio Santo Ángel—, en León o en Buenos Aires, muchos ya lo ven como algo más que un cardenal: como un líder capaz de conectar fe y humanidad en tiempos convulsos.

¿Y si el nuevo Papa fuera asturiano?

Puede que no sea el favorito en las apuestas. Pero, como dice un viejo dicho romano sobre los cónclaves:
"El que entra como Papa, sale cardenal. Y el que no suena… puede acabar siendo elegido".

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