El Principado concluye la rehabilitación integral del edificio, corrige problemas estructurales y recupera la estética original de los años 30
La histórica lonja de Ribadesella/Ribeseya, uno de los edificios más singulares del paseo marítimo asturiano, acaba de recuperar todo su esplendor. Tras meses de trabajos, el Principado de Asturias ha concluido la rehabilitación integral de este inmueble emblemático con una inversión de 463.837 euros, sufragada por la Consejería de Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias.
La actuación ha servido para resolver graves problemas de humedad y filtraciones que venía arrastrando la lonja, especialmente en su cubierta y paredes exteriores. También se ha intervenido en elementos como los pesebrones, la terraza, y los paramentos interiores, donde el tiempo había dejado su huella con desconchados y corrosión visible.
Más luz, más vida
Una de las novedades más llamativas es la incorporación de cinco lucernarios tubulares, que permiten la entrada de luz natural directa en la sala de subastas, uno de los espacios más simbólicos del edificio. Este sistema no solo mejora la iluminación, sino que reduce la dependencia energética y recupera la funcionalidad del espacio original.
Además, se ha instalado una nueva barandilla en la terraza, renovando un espacio clave de cara al uso público y la seguridad estructural.
Restauración fiel al diseño original
Más allá de lo funcional, el proyecto ha tenido un fuerte componente patrimonial y estético. La intervención ha seguido fielmente el proyecto original del ingeniero Manuel García Rodríguez, quien diseñó el edificio en los años 30 del siglo XX. Se trata de uno de los ejemplos más destacados de la arquitectura moderna en Asturias, caracterizado por sus formas puras y racionalistas.
La fachada recupera ahora su iconografía original en “blanco sobre blanco”, con los emblemáticos ojos de buey resaltados en azul oscuro, un sello distintivo de la lonja riosellana que vuelve a brillar con fuerza frente al mar Cantábrico.
Para la restauración de la cubierta se ha optado por utilizar cobre, en línea con otros edificios públicos del paseo marítimo, tanto por durabilidad como por estética, reforzando así la unidad visual del conjunto costero.
Patrimonio vivo del mar
La lonja de Ribadesella/Ribeseya no es solo un edificio: es memoria viva del comercio marítimo asturiano, un espacio que ha presenciado generaciones de subastas, faenas pesqueras y vida portuaria. Con esta actuación, el Principado asegura su conservación a largo plazo y refuerza su valor como elemento clave del patrimonio industrial y cultural del oriente asturiano.
El proyecto no solo devuelve la funcionalidad y la belleza al inmueble, sino que refuerza su papel como símbolo de identidad local y atracción turística. Porque preservar el pasado también es una forma de construir el futuro.