¿Estás bautizado? Pues que sepas que el Papa puede ser tú

¿Estás bautizado Pues que sepas que el Papa puede ser tú

El cónclave que elegirá al sucesor de Francisco arranca con incertidumbre, sorpresas y rituales milenarios cargados de simbolismo. Estas son las claves que (casi) nadie te cuenta.

 

La muerte del Papa Francisco ha dejado a la Iglesia Católica sin su pastor y al mundo mirando hacia Roma, donde en cuestión de días se reunirán 135 cardenales para elegir a su sucesor. Pero más allá del humo blanco y la Capilla Sixtina, el cónclave esconde secretos, normas sorprendentes y detalles que muy pocos conocen. ¿Sabías, por ejemplo, que cualquier varón católico bautizado puede ser elegido Papa, incluso si no es cardenal, ni obispo, ni sacerdote?

Pues sí. En teoría, tú mismo podrías serlo. Aunque en la práctica no sucede desde hace siglos, el Derecho Canónico no exige que el nuevo pontífice sea cardenal, ni siquiera clérigo. La única condición es que sea hombre, católico y bautizado. Si el elegido no es obispo, debe ser ordenado inmediatamente, pero eso no es impedimento.

Vamos con todas las claves que debes conocer.

1. ¿Quién puede ser Papa? (Spoiler: tú, si estás bautizado)

Aunque desde el siglo XV todos los papas han sido cardenales, el cónclave tiene libertad para elegir a cualquier varón católico bautizado. No hay edad mínima ni nacionalidad exigida. De hecho, en los siglos iniciales de la Iglesia hubo papas elegidos entre laicos o diáconos. Eso sí: nunca ha habido una mujer ni un hombre casado, y nunca un papa no europeo hasta Juan Pablo II en 1978.

2. ¿Por qué se llama cónclave?

La palabra "cónclave" viene del latín cum clave ("con llave"), y se refiere al encierro forzoso de los cardenales hasta elegir a un nuevo pontífice. En 1270, hartos de esperar, los ciudadanos de Viterbo encerraron a los cardenales y les quitaron el techo, dejándolos sin comida hasta que votaran. Desde entonces, el aislamiento se convirtió en norma: sin móvil, sin Internet, sin visitas.

3. La fumata no es humo cualquiera

El humo que vemos salir de la chimenea de la Capilla Sixtina no es una metáfora poética: es el resultado de quemar las papeletas de cada votación con productos químicos.

  • Negro: no hay papa

  • Blanco: Habemus Papam

Desde 2005, se usa un sistema electrónico adicional de campanas, porque en 1978 hubo confusión: el humo era tan gris que algunos pensaron que ya había nuevo papa cuando no era así.

4. ¿Y si no se ponen de acuerdo?

Para ser elegido Papa hacen falta dos tercios de los votos. Si tras 30 votaciones no hay acuerdo, los cardenales pueden decidir cambiar la norma y elegir por mayoría absoluta. Una medida desesperada que solo se ha contemplado en una ocasión moderna, en 1903, pero que sigue vigente si se quiere evitar un cónclave sin fin.

5. ¿Quién lleva la batuta en ausencia de Papa?

Mientras no hay papa, el camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell, asume la administración del Vaticano. Es él quien certifica la muerte, sella el dormitorio papal, destruye el anillo del Pescador y dirige la preparación del cónclave y el funeral.

6. ¿Quiénes votan en el cónclave?

Este año 135 cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto. De ellos, 108 fueron nombrados por Francisco, lo que inclina el cónclave hacia un perfil progresista, aunque nada está garantizado. Los cardenales no pueden hacer campaña, pero sí existen "corrientes" informales.

7. Los favoritos (y las sorpresas)

Hay nombres que suenan con fuerza, pero el Espíritu Santo (y la política vaticana) suelen ser impredecibles:

  • Pietro Parolin (Italia): actual Secretario de Estado, hábil diplomático y favorito del sector continuista.

  • Matteo Zuppi (Italia): presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, cercano al progresismo social y los movimientos de base.

  • Luis Antonio Tagle (Filipinas): joven, carismático y muy querido en Asia. Apostaría por una Iglesia más global.

  • Peter Turkson (Ghana): siempre suena como posibilidad de primer papa africano.

  • Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo): jesuita y moderado, conoce bien Asia y Europa.

Ojo: el que entra como Papa en el cónclave, sale cardenal, dice un viejo refrán romano.

8. ¿Qué se juega realmente en este cónclave?

El nuevo papa deberá responder a grandes desafíos:

  • ¿Continuar la línea reformista de Francisco o frenarla?

  • ¿Seguir el acercamiento a colectivos excluidos o reforzar la doctrina tradicional?

  • ¿Descentralizar el poder desde Roma o mantener el control curial?

Y, sobre todo, deberá reconectar con una sociedad cada vez más secularizada, dentro y fuera de Europa.

9. Una elección que marca el futuro

Más que una elección religiosa, el cónclave es una decisión geopolítica, espiritual y simbólica que influirá en millones de vidas. Desde conflictos diplomáticos hasta posturas sobre cambio climático, pobreza o migraciones, el Papa es una figura global con impacto planetario.

Y tú, ¿te ves con sotana blanca?

Aunque no te llame el Vaticano mañana, saber que podrías ser papa si estás bautizado ya te convierte en parte de una historia que mezcla poder, fe y misterio. En los próximos días, todos los ojos estarán en una chimenea que, cuando eche humo blanco, cambiará la historia otra vez.

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