La vuelta a casa tras la Semana Santa se convirtió en un infierno para quienes cruzaban la AP-66 hacia Asturias. El viejo argayo de Lena volvió a colapsar la autopista, agravado por un accidente entre tres vehículos.
La promesa del regreso a casa tras unos días de descanso acabó transformándose en una jornada de desesperación y nervios para los cientos de conductores que este domingo intentaban cruzar el punto negro del argayón en la AP-66, a la altura del kilómetro 76 en Lena, en dirección a Asturias.
A medida que se acercaban al tramo afectado por el desprendimiento que desde noviembre obliga a circular por un único carril en un bypass provisional, el tráfico comenzó a ralentizarse hasta convertirse en una fila interminable de vehículos parados o apenas en movimiento. A última hora de la tarde, la escena era desoladora: coches con los intermitentes puestos, pasajeros caminando por los arcenes para estirar las piernas, y rostros de exasperación tras los parabrisas.
La situación, ya tensa de por sí, se complicó aún más con la colisión de tres turismos justo en las inmediaciones del tramo más crítico del argayo. Aunque el accidente no dejó heridos graves, según confirmó la Guardia Civil de Tráfico, los daños materiales y el bloqueo temporal de la vía terminaron por paralizar por completo la circulación durante más de una hora.
Una vieja herida sin cerrar
El argayo del Huerna, que cayó en noviembre de 2024, sigue sin solución definitiva. La empresa concesionaria Aucalsa mantiene operativo un bypass que permite el paso por un solo carril, pero la obra profunda de estabilización sigue pendiente. Se espera que las obras comiencen “en las próximas semanas”, aunque las promesas se repiten desde hace meses.
Y mientras tanto, el volumen de tráfico no cesa. Solo en este mes de abril, el flujo de vehículos ha superado los 5.000 turismos diarios, una cifra similar a la registrada antes del argayo.
Un retorno nacional colapsado
Lo vivido en el Huerna fue el reflejo más dramático de una operación retorno que dejó retenciones en los principales accesos a ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, según datos de la Dirección General de Tráfico. Más de 9 millones de desplazamientos han marcado esta Semana Santa, la más concurrida desde 2019.
A ello se sumaron las condiciones meteorológicas adversas en buena parte del país, debido al paso de la borrasca Olivier, que dejó lluvia, niebla y viento en el norte peninsular, complicando aún más la visibilidad y la circulación.
El balance más triste: 22 fallecidos
Según el balance provisional de la DGT, 22 personas han perdido la vida en 21 accidentes mortales registrados en carretera entre el viernes 11 de abril y el domingo 20. El domingo 13 fue la jornada más trágica, con siete fallecidos.
Y ahora, ¿cuándo verá el Huerna la luz al final del túnel?
Esa es la gran pregunta que se hacen miles de asturianos que utilizan a diario esta arteria vital. Mientras tanto, el bypass sigue ahí, el tráfico se acumula, los nervios se tensan y el regreso a casa, como el de ayer, se convierte en una prueba de paciencia que parece no tener fin.