La jornada más intensa del año en el Principado termina con una dimisión que sacude los cimientos del Gobierno de Barbón
08:00 — Tensión en el Edificio de la Junta General
El día comienza cargado de expectación. La consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz, acude a la Junta General del Principado para comparecer por el accidente mortal en la mina de Cerredo, donde el pasado 31 de marzo fallecieron cinco trabajadores. La prensa regional y nacional se agolpa en los pasillos. La tensión se corta con un cuchillo.
10:30 — Arranca la comparecencia: defensiva y directa
Díaz entra en sala. Voz firme, gesto serio. Afirma que la empresa Blue Solving "operaba sin autorización", y acusa directamente a sus responsables de haber ignorado los límites legales. Sostiene que su consejería actuó “con diligencia” y que las inspecciones previas no detectaron actividad extractiva. Se escuchan murmullos de escepticismo.
11:00 — La oposición no perdona
El Partido Popular, Vox, Foro Asturias y hasta IU-Iniciativa por Asturies, socio de gobierno del PSOE, cargan con dureza. "Faltaron controles, faltó vigilancia, sobró desidia institucional", dicen. Le recuerdan que hubo hasta ocho inspecciones desde 2022 sin resultado alguno, mientras en la mina se cocinaba una tragedia.
12:00 — ¡Bombazo! Dimisión en directo
Cuando el hemiciclo parecía entrar en una repetición de reproches, Belarmina lanza la bomba:
"Presento mi dimisión irrevocable. No quiero ser obstáculo para que la verdad salga a la luz. Lo que más deseo es justicia para las familias".
Silencio absoluto. Algunos diputados bajan la mirada. Otros, visiblemente tensos, revisan sus móviles. Acaba de caer una consejera en directo. Algo inaudito en la política asturiana reciente.
13:00 — Barbón reacciona
El presidente del Principado, Adrián Barbón, irrumpe en escena para expresar su respeto y respaldo a la decisión de Díaz. "Es un gesto de valentía y responsabilidad. Ahora, que nadie intente politizar el dolor", afirma. El PSOE cierra filas. Pero el daño ya está hecho.
15:00 — IU exige regeneración
Ovidio Zapico, portavoz de IU-Iniciativa por Asturies, aplaude la dimisión. "Era imprescindible. Esta tragedia no puede saldarse con excusas técnicas. Hay que asumir errores políticos." IU pedirá una revisión a fondo del modelo de inspección minera en Asturias.
17:00 — Comisión de investigación en marcha
Se anuncia la creación de una comisión parlamentaria especial para investigar responsabilidades políticas. La investigación judicial sigue su curso en paralelo. Las familias de los fallecidos exigen verdad… y respuestas.
19:00 — Asturias, sacudida
Las tertulias en radios y televisiones asturianas hierven. Algunos hablan de “maniobra táctica para contener el desgaste del gobierno”. Otros, de “acto honorable”. Lo que nadie duda es que hoy ha caído una consejera, y con ella, una parte del relato de gestión ejemplar que Barbón venía sosteniendo.
¿Por qué hemos llegado hasta aquí?
El 31 de marzo, una explosión de grisú en una galería de la mina de Cerredo (Degaña) acabó con la vida de cinco mineros. Fue el peor accidente laboral en Asturias en más de 30 años. La mina, gestionada por Blue Solving, tenía permisos limitados a tareas de retirada de maquinaria. Sin embargo, una inspección posterior reveló actividad extractiva ilegal, acumulación de carbón y sistemas de ventilación activos.
Durante días, el Gobierno defendió que “no había constancia de extracción”. Pero la presión aumentó al conocerse que desde 2022 hubo ocho inspecciones sin detectar nada irregular. Además, se filtraron denuncias previas que apuntaban al riesgo de deflagración.
La oposición denunció dejación institucional, y se empezó a hablar de encubrimiento. Las familias clamaron por justicia. IU, clave en la estabilidad del Ejecutivo, pidió explicaciones más allá de las técnicas. La situación era insostenible.
La dimisión de Belarmina Díaz busca frenar esa sangría política. No está imputada, pero su caída libera presión sobre el gobierno y permite dar paso a una nueva etapa. Aun así, el caso Cerredo promete seguir marcando la agenda asturiana en los próximos meses.
La caída de Belarmina no es solo un gesto personal: es una llamada de atención a todo el sistema de control industrial en Asturias. Hoy ha dimitido una consejera, pero la mina de Cerredo ha dejado al descubierto muchas más grietas que las del carbón.