Aunque parezca un sacrilegio decirlo en voz alta en un chigre de Oviedo, hay una carnicería en el corazón de Enkarterri que se ha llevado el oro en el último Campeonato de Cachopos de Bizkaia... y no con una receta moderna, sino con la versión tradicional más clásica, pura y sencilla del plato asturiano por excelencia.
Se trata de la carnicería Arteagabeitia, en Sopuerta, un negocio familiar que lleva más de 100 años abriendo cada mañana su persiana roja. Al frente, Juan Carlos Arteagabeitia y Teresa Cabrejas, matrimonio en la vida y en los fogones, quienes, con humildad, cariño y mucha tradición, han convertido su cachopo en el mejor de Bizkaia en la categoría tradicional, según el jurado del prestigioso campeonato organizado por Okelbiz, en colaboración con la Escuela de Hostelería de Leioa.
El cachopo que conquistó Bizkaia... y puede que más
Nada de ingredientes imposibles, ni rellenos gourmet. El cachopo ganador se hace como manda la escuela clásica: filetes de ternera de primera, jamón curado y queso emmental que se funde como los sueños de cualquier amante de este manjar. Pero, como en toda obra maestra, hay un toque secreto que la pareja guarda con celo y que prefieren no desvelar.
“No nos esperábamos ganar”, confiesa Teresa. “Nos animamos a participar de un día para otro. Para nosotros ya era un éxito que nuestros clientes vinieran cada semana a por los cachopos. Lo del premio ha sido una sorpresa preciosa”.
Y tanto. Porque en una tierra donde el bacalao, la merluza a la koskera o el marmitako dominan las cartas, el cachopo ha ido conquistando poco a poco el paladar vasco. “Aquí la gente ya no lo ve como un plato de fuera. Lo piden, lo disfrutan, y lo comparan”, añade Juan Carlos. ¿Y qué opinan los clientes? “Que no hace falta ir a Asturias para comer un buen cachopo”, responden entre risas.
Un campeonato que sabe a orgullo
El certamen en el que brilló Arteagabeitia no es cualquier concurso. En su tercera edición, el Campeonato de Cachopos de Bizkaia se ha consolidado como una cita seria y rigurosa, con dos categorías: tradicional e innovadora. Los jueces no solo valoran el sabor, sino también la calidad de la materia prima, la presentación y la fidelidad al espíritu del plato.
En la categoría innovadora, el premio fue para la Carnicería Dani, de Basauri, con una creación sorprendente, pero el auténtico protagonista mediático ha sido el cachopo de Sopuerta: sin florituras, sin disfraz, pero lleno de carácter y autenticidad.
Cachopos que vuelan y pesan medio kilo
En Arteagabeitia no dan abasto. “Hay días que hacemos 10 y se venden todos. Otros días preparamos más, incluso de 700 u 800 gramos. Los más comunes rondan los 500 gramos”, explican. Se venden listos para freír, y la clientela sabe que se lleva una joya. “Hay quien los guarda para una ocasión especial, como si fuera un regalo”, comentan.
Eso sí, cocinarlo bien también es parte del arte. “Lo mejor es una sartén amplia, aceite bien caliente, marcar por ambos lados y luego bajar un poco el fuego para que se haga por dentro sin quemar el pan rallado”, explican, con una precisión que delata la experiencia de años.
¿Y ahora qué dirán en Asturias?
La pregunta es inevitable: ¿Puede una carnicería vizcaína tener el mejor cachopo tradicional del país?
Desde luego, el premio es solo de Bizkaia, pero el eco ha cruzado ya los Picos de Europa. ¿Es este un síntoma de que el cachopo se ha globalizado? ¿Puede un producto tan asturiano tener embajadores perfectos fuera de su tierra? ¿Y si resulta que el paladar vasco, tan exigente y amante del producto de calidad, está elevando este plato a otro nivel?
La respuesta puede estar en la próxima edición del campeonato nacional. Pero mientras tanto, la carnicería Arteagabeitia seguirá haciendo lo que mejor sabe: levantar la persiana, preparar con mimo cada filete y seguir sirviendo el que ya muchos consideran el mejor cachopo tradicional fuera de Asturias… o quién sabe si el mejor de toda España.