El nuevo órgano del Sespa unirá a sanitarios, sindicatos, policía y expertos para prevenir, formar y actuar ante el aumento de ataques a personal sanitario
Asturias da un paso firme en la defensa de sus profesionales sanitarios. El Gobierno del Principado ha constituido el Observatorio de Agresiones a Profesionales del Sistema Sanitario Público, un órgano pionero y multidisciplinar destinado a combatir, desde la raíz, la violencia que se ejerce en hospitales, centros de salud y unidades de atención del Servicio de Salud del Principado (Sespa).
Presidido por la consejera de Salud, Concepción Saavedra, este foro consultivo será el nuevo espacio permanente de coordinación y prevención, en el que trabajarán de forma conjunta representantes del Sespa, expertos en riesgos laborales, sindicatos y miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
“Queremos generar un clima de mayor confianza para quienes cuidan de nuestra salud. Es imprescindible que el personal sanitario trabaje en un entorno seguro y respetuoso”, afirmó Saavedra.
Un foro para el análisis, la acción y la formación
El Observatorio nace con un objetivo claro: no limitarse a registrar cifras, sino evaluar causas, formar a los profesionales, proponer medidas concretas y promover un cambio de cultura en la relación entre usuarios y personal sanitario.
Entre sus principales funciones están:
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Elaborar estudios y una memoria anual de agresiones.
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Diseñar planes de formación para afrontar situaciones conflictivas.
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Impulsar espacios de diálogo y reflexión entre profesionales y expertos.
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Asesorar al personal del Sespa en la gestión de conflictos.
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Trasladar propuestas a la gerencia del Sespa para reducir los ataques.
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Hacer seguimiento constante y mantener datos actualizados.
El foro estará integrado por una treintena de personas de diferentes ámbitos y se reunirá en sesiones plenarias anuales, además de conformar comisiones técnicas específicas y grupos de trabajo temporales.
365 agresiones en 2024: un problema estructural
Aunque en 2024 se registró un descenso del 12% respecto al año anterior, con 365 agresiones contabilizadas, las cifras siguen siendo preocupantes:
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25% fueron ataques físicos.
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75% fueron agresiones verbales, amenazas o actitudes de desprecio.
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El 84% de las víctimas fueron mujeres, en su mayoría enfermeras y médicas.
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Los hospitales concentraron el 60% de los casos, especialmente en consultas y plantas de hospitalización (96 agresiones en cada entorno).
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Las unidades de salud mental y Psiquiatría también figuran entre los puntos más sensibles.
Los datos revelan una realidad alarmante:
El 78% de los agresores eran pacientes (principalmente hombres) y el 22% restante, familiares o acompañantes.
156 ataques fueron perpetrados por personas reincidentes, una tendencia que persiste.
Mejores datos en 2025, pero la alerta sigue
En el primer trimestre de este año, se han tramitado 105 denuncias, una cifra menor que las 121 del mismo periodo en 2024, pero que demuestra que la violencia persiste y necesita una respuesta integral y sostenida.
Desde 2007, el Sespa cuenta con un plan de prevención frente a situaciones conflictivas. Años más tarde se implementó la Estrategia para la mejora de la confianza y la seguridad, con la vista puesta en crear un clima más estable tanto para profesionales como para pacientes.
Policía, Guardia Civil, sindicatos y expertos, unidos
Una de las grandes novedades del observatorio es la implicación directa de los interlocutores policiales sanitarios de la Policía Nacional y la Guardia Civil, figuras clave para proteger a quienes se encuentran en primera línea.
Además, el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, representantes de las ocho áreas sanitarias del Sespa y organizaciones sindicales completan un dispositivo de vigilancia, asesoramiento y respuesta sin precedentes.
“Se trata de pasar de la reacción a la prevención, de la denuncia a la anticipación. Y, sobre todo, de demostrar que quien agrede a un sanitario agrede al conjunto de la sociedad”, concluyó Saavedra.