Asturias podría tener una Semana Santa pasada por agua, según las primeras previsiones meteorológicas

Asturias podría tener una Semana Santa pasada por agua, según las primeras previsiones meteorológicas

Los modelos anticipan lluvias por encima de lo normal en la región entre el 14 y el 20 de abril, en un contexto climático marcado por la inestabilidad atmosférica y las temperaturas elevadas en todo el planeta.

 

Asturias encara la Semana Santa de 2025 con una previsión meteorológica que invita a la prudencia: lluvias frecuentes, cielos cambiantes y temperaturas suaves pero inestables. Según los modelos de Meteored y el Centro Europeo de Predicción, entre el 14 y el 20 de abril —fechas centrales de la Semana Santa— se espera que el norte de España, y particularmente el litoral cantábrico, registre precipitaciones superiores a la media habitual para estas fechas.

La comunidad asturiana, que históricamente presenta una primavera lluviosa, podría ver agravadas esas condiciones debido a un patrón atmosférico muy activo y la llegada de sucesivas borrascas atlánticas. Oviedo, Gijón, Avilés y buena parte de la costa y el interior podrían registrar lluvias intermitentes y cielos cubiertos durante varios días de la Semana Santa, afectando potencialmente actos al aire libre, procesiones religiosas y actividades turísticas.

Aunque las previsiones a largo plazo están sujetas a incertidumbre, la tendencia dominante apunta a una atmósfera dinámica, con escasas garantías de estabilidad.

Una Semana Santa bajo el signo de la incertidumbre

Los expertos meteorológicos Samuel Biener, José Miguel Viñas y Francisco Martín, de Meteored, han presentado este martes un webinar con las primeras conclusiones de los modelos climáticos. Aunque aún no se puede hablar de predicción definitiva, todos coinciden en que el panorama para Semana Santa será variable e inestable, tanto en Asturias como en el conjunto de España.

“Las temperaturas elevadas en tierra, mar y aire proporcionan a las nubes un extra de energía que se traduce en lluvias y tormentas más intensas”, explicó Samuel Biener, que también subrayó la mayor presencia de aire frío en capas altas, lo que favorece descuelgues y formación de borrascas.

El modelo europeo sugiere que, durante la segunda mitad de abril, una cresta atlántica y el posible bloqueo anticiclónico en el norte de Europa podrían dejar paso a frentes fríos activos sobre la península ibérica, en especial en el norte y centro del país.

Un abril más cálido y extremo de lo habitual

El meteorólogo José Miguel Viñas contextualizó esta situación en un marco global de calentamiento acelerado:

“2024 fue el año más cálido registrado, con una anomalía de +1,6 ºC. La temperatura del océano también está en niveles récord, lo que aporta más vapor de agua a la atmósfera y fortalece tormentas”.

Esta energía adicional en la atmósfera se traduce en lluvias más intensas, alteraciones de la circulación atmosférica y mayor probabilidad de episodios extremos.

Francisco Martín, por su parte, advirtió de los efectos colaterales del mes de marzo, que ya ha dejado lluvias copiosas, embalses llenos y suelos saturados. Con este precedente, “cualquier nuevo episodio de precipitaciones fuertes en abril podría generar riesgos de inundaciones, desbordamientos de ríos o daños agrícolas”.

Además, mencionó que se ha producido un calentamiento súbito estratosférico en el Ártico, que podría afectar la trayectoria del chorro polar y favorecer la llegada de masas de aire frío a Europa occidental, incluida España.

¿Y qué pasa en el resto del país?

Las primeras proyecciones indican que la mayor probabilidad de lluvias se concentra en el norte, Galicia, Cantábrico, Castilla y León y sistemas montañosos, mientras que en el sur y levante español las precipitaciones serían más irregulares y localizadas.

A nivel térmico, se espera que las temperaturas se mantengan dentro de la media, con ligeras anomalías frías en el sur peninsular y valores ligeramente por encima en Canarias y Baleares.

Las tardes podrán ser suaves en muchas zonas, con mangas cortas en el sur y en la costa mediterránea, pero las noches seguirán frescas, especialmente en el interior y zonas de montaña.

Incertidumbre alta y recomendación de seguimiento

Aunque todavía no se puede hablar de una predicción cerrada, el escenario predominante es de tiempo variable, con probabilidad elevada de lluvias, especialmente en el norte del país.

En Asturias, esa tendencia podría traducirse en una Semana Santa típicamente húmeda, pero con altibajos que permitirán ventanas de sol y estabilidad temporal.

Recomendación: seguir las actualizaciones de Meteored, AEMET y medios locales durante los próximos días, ya que la fiabilidad del pronóstico aumentará conforme se acerquen las fechas.

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