¡Ay, qué ricura tenemos hoy, mi guaje! Prepara’l delantal y afina’l paladar, que te traigo una de esas recetas que saben a mar y a fiesta: el pastel de oricios, una delicia que comíamos en les romeríes cuando había oricios frescos, y que yo preparaba de moza pa’l día grande del Carmen. Hoy te la cuento paso a paso, como siempre, con to’l cariño de esta abuela que ya le cogió gustirrinín a salir en tu pantalla.
Una imagen que me vuelve el alma moza
¡Cómo olvidalo! Era un día de San Juan y bajamos a la playa a por oricios. Ibamos con una navajina y una bolsa de red, y sacábamos los justos pa una buena fartura. Luego, en casa, mi güelu los abría con maña y yo preparaba’l pastel. Aquello olía a mar y a gloria.
Ingredientes (pa 4 persones)
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250 g de carne de oricio (puedes comprala ya extraída o en conserva si no hay frescos)
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40 g de mantequilla
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200 ml de nata líquida para cocinar
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4 huevos grandes
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Sal al gustu
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Un poquitín de pimienta blanca (opcional)
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Unas gotines de zumo de limón (opcional, pa resaltar el sabor)
Preparación (pasín a pasín, como dios manda)
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Precalienta el fornín a 180 °C con calor arriba y abajo.
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En un bol, bate los huevos como si fueras a facer una tortilla. Añade la nata líquida y mézclalo bien.
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Incorpora la carne de oricio con suavidad, pa que se reparta pero sin perder textura. Añade la sal, la pimienta y el zumo de limón si lo usas.
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Engrasa un molde pequeñín con la mantequilla (o pon papel vegetal).
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Vierte la mezcla y métela al fornín unos 35-40 minutos, hasta que al pinchar salga el palillín limpio.
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Deja que repose un ratín antes de desmoldar. Sírvelo templao o fríu, con un poquitín de mayonesa casera, salsa rosa o sin nada, que ya ye gloria bendita.
Truquinos de la güela Balbina
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Si no tienes oricios frescos, busca carne de oricio en conserva de buena calidad, que nun ye lo mesmu, pero da’l pegu.
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Puedes facer el pastel en moldes individuales y quedará más prestosu pa un entrante.
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Acompáñalo con un culín de sidra o un vino blanco frío, y siéntate a disfrutar como en les fiestes de prao.
¡Y aquí estoy yo, la abuela Balbina!
Con el delantal de flores, la cocina oliendo a oricio y la sonrisa que me sale cuando os pienso preparándolo fuera d’Asturies. Que lo hagáis en casa, que lo compartáis con la familia y que el sabor de nuestra tierrina siga dándose a conocer por to’l mundo.
Hasta mañana, guaje. Ya sabes que te espero con receta nueva y el corazón siempre caliente.
“Ahora que salgo tanto, ¡me saluda más gente que a la Letizia!”