Un programa pionero de formación práctica mejora el control glucémico en menores, reduce complicaciones graves y devuelve calidad de vida y tranquilidad a las familias del suroccidente asturiano.
La lucha contra la diabetes infantil avanza en Asturias gracias a un programa que une tecnología, formación y humanidad. El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y el área sanitaria II —con cabecera en Cangas del Narcea— han finalizado con éxito un programa de formación intensiva a familias de menores con diabetes tipo 1 para el manejo de bombas de insulina, un tratamiento que revoluciona la vida de los pequeños pacientes y sus entornos familiares.
Durante cinco semanas, cuatro familias del suroccidente asturiano han participado en un ciclo educativo personalizado en las instalaciones del HUCA, acompañadas por un equipo multidisciplinar de seis profesionales sanitarios del área II. Este programa se enmarca en las actividades impulsadas por la Unidad de Diabetes Pediátrica del Área de Gestión Clínica de la Infancia y la Adolescencia del HUCA, y tiene un objetivo claro: formar, empoderar y cuidar.
Tecnología al servicio del bienestar infantil
Las bombas de insulina permiten una infusión subcutánea continua que replica de manera más fisiológica el funcionamiento del páncreas, liberando insulina de forma basal durante todo el día y administrando dosis extra (bolos) según las comidas o picos de glucosa.
Este sistema de tratamiento intensivo reduce las hipoglucemias e hiperglucemias severas, mejora el control glucémico y, sobre todo, otorga mayor libertad y seguridad a los menores, permitiéndoles realizar actividades propias de su edad sin tantas restricciones ni sobresaltos.
“Con esta formación, conseguimos que las familias sean parte activa del tratamiento, que entiendan y dominen el dispositivo. Eso transforma su día a día”, explica la doctora Isolina Riaño, responsable de la unidad de diabetes pediátrica del HUCA.
Un equipo humano comprometido con el territorio
La iniciativa ha contado con la participación activa de profesionales tanto del Centro de Salud de Cangas del Narcea como del Hospital Carmen y Severo Ochoa:
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Lorena Busto, coordinadora de Atención Educativa
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Sofía Cabrerizo, enfermera pediátrica
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Alejandro Pérez, pediatra
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María José Raneros, enfermera responsable del centro
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Regina Labra, pediatra especialista en Endocrinología
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Yolanda Frade, supervisora pediátrica
Las sesiones fueron impartidas por las enfermeras Rebeca García y Mónica Cortés, especialistas del HUCA en el manejo de bombas de insulina, dentro de un programa educativo estructurado que también involucra a nutricionistas, psicólogos y endocrinos pediátricos.
Más que técnica: educación, acompañamiento y futuro
Este enfoque integral no solo enseña a usar un dispositivo, sino que construye una red de apoyo emocional y sanitario. Las familias reciben herramientas, pero también confianza. La terapia con bomba de insulina ofrece una vida más libre, activa y segura para los menores, lo que se traduce en una mejora global de su salud física y emocional.
Este tipo de programas, señalan desde el HUCA, son fundamentales para el éxito a largo plazo del tratamiento. Requieren compromiso, tiempo y coordinación, pero los resultados —medidos tanto en cifras como en calidad de vida— demuestran que merece la pena.