Beatriz González pide usar la memoria como escudo frente al auge del extremismo y Begoña Collado destaca el trabajo de recuperación de biografías de más de 200 asturianos deportados a campos nazis.
En un mundo donde el extremismo vuelve a asomar peligrosamente, Mieres ha querido mirar de frente al pasado para no permitir que se repita. Cuatro nuevas stolpersteine (piedras de la memoria) han sido colocadas en El Tarronal, Cardeo, Bustiello y Ablaña en recuerdo de vecinos del concejo que fueron deportados a campos de concentración nazis. Un acto sobrio y cargado de emoción en el que la historia se hizo presente para reclamar conciencia y compromiso democrático.
Durante la ceremonia, la viceconsejera de Derechos Ciudadanos, Beatriz González Prieto, lanzó una advertencia clara:
“Que nadie crea que estamos vacunados contra el horror. Nos están pidiendo que preparemos kits de guerra. Lo vemos en la televisión. Lo que hace poco parecía impensable, hoy vuelve a estar en boca de todos. La única garantía para no repetir la historia es conocerla”.
Una llamada a defender la democracia desde la memoria
González insistió en la necesidad de que la ciudadanía mantenga viva la memoria como herramienta frente a los movimientos que amenazan los valores democráticos. “Colocar estas piedras no es solo un homenaje. Es recordar que la barbarie existió y que no hay ningún seguro que nos libre de que vuelva a ocurrir. Solo si defendemos la democracia podremos preservar nuestras libertades”, afirmó.
La viceconsejera recordó que en toda Europa hay ya cerca de 100.000 piedras de la memoria, pequeños adoquines que devuelven un nombre, una historia y un lugar a quienes fueron arrancados de ellos por el terror nazi. “No es reabrir heridas, es evitar que las cicatrices se borren”, dijo con firmeza.
Los nombres recuperados en esta jornada
En este emotivo acto se han recuperado los nombres y las historias de cuatro mierenses víctimas del nazismo:
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Avelino Álvarez Gutiérrez, de El Tarronal. Nacido en 1909, exiliado en Francia y deportado a Buchenwald en 1944.
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Ramiro Fernández León, de Cardeo. Nacido en 1910, deportado a Mauthausen en 1940 y asesinado en 1941.
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José Martínez González, de Bustiello. Nacido en 1914, exiliado y deportado a Mauthausen en 1940. Murió en 1941.
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Juan José Suárez Álvarez, de Ablaña. Nacido en 1915, exiliado y deportado en 1941. Fue asesinado en 1943.
Devolver a las víctimas su lugar en la historia
La directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, subrayó la importancia del proyecto en Mieres, tercer concejo asturiano con más deportados tras Gijón y Oviedo:
“Son 19 los mierenses que sufrieron los campos nazis. Hoy, aquí en Bustiello, acompañados por familiares, cumplimos uno de los objetivos más nobles de esta iniciativa: restituir la dignidad y el recuerdo a quienes fueron silenciados durante décadas.”
Collado agradeció el trabajo incansable de la asociación Deportados Asturias, que desde hace más de cuatro años investiga las biografías de los más de 200 asturianos deportados a los campos de concentración. “Desde el Gobierno del Principado seguiremos colocando estas piedras de la memoria como compromiso con la verdad y la justicia”, afirmó.
Un acto con presencia institucional y familiar
El homenaje contó con la participación del alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, la concejala de Memoria Democrática, Nuria Ordóñez, y Balbina Rebollar, en representación del Grupo Deportados Asturias. Estuvieron presentes también familiares de tres de los cuatro homenajeados. No se ha logrado localizar descendientes de Ramiro Fernández León, cuya historia, sin embargo, no ha quedado en el olvido gracias a este acto de restitución simbólica.