Recetas de una abuela asturiana: Risotto de guisantes con sabor a Asturias (el arroz que habla asturianu)

Recetas de una abuela asturiana: Risotto de guisantes con sabor a Asturias (el arroz que habla asturianu)

¡Ay, mis cielinos! Hoy vos traigo una receta que no ye de las más tradicionales de la güela, pero que siempre que la fago, me dicen que sabe a prau recién segáu y a queso de cueva. Es un risotto, sí, pero con ese toque tan nuestro que te lleva directo al monte y a la cocina de aldea.

“El arroz puede ser italiano, pero el corazón de este plato ye bien asturianu, con su quesín fuerte y los guisantinos como esmeraldes.”

Ingredientes pa dos persones que saben lo que ye comer bien

  • 1 taza de guisantes congelados (unos 125 g, que también valen frescos si hay temporada)

  • 2 tazas de caldo de verduras (mejor si ye hecho en casa, con lo que sobre del pucheru)

  • 75 ml de vino blanco (el que usabas pa la misa, pero más alegro)

  • 50 g de queso de Cabrales (del que huele y enamora)

  • 1/2 cebolla picadina fina, sin llorar que la vida ya ye bastante dura

  • 1 dientín d’ajo, machacado como se hacía antes, en el morteru

  • 1 taza de arroz redondo (tipo arborio si tienes, pero sirve del normal si no te vas pa Italia)

  • Sal al gustu

  • 2 cucharadas de aceite d’oliva virgen extra (el famoso AOVE)

  • (Opcional) Una nuez de mantequilla pa rematar y que quede melosu melosu

Elaboración pasu a pasu, como la güela lo cuenta

  1. En una sartén fondona o cazuela baja, echa’l aceite y sofríe la cebolla y el ajo a fuego suave, hasta que queden transparentinos y empiecen a oler a gloria bendita.

  2. Añade el arroz y remueve con cuchara de madera (no uses cosas raras, que eso estropea el guisu). Que se impregne bien del sabor.

  3. Echa el vino blanco y deja que el arroz lo beba todo como si fuera una esponxa.

  4. Empieza a añadir el caldo de verduras caliente, poco a poco, removiendo sin parar, como si contaras un cuento. Cada vez que se consuma el líquido, añades un poco más.

  5. A mitad de cocción (más o menos a los 10 minutos), incorpora los guisantes, que aporten su verdor y dulzura.

  6. Cuando el arroz ya esté casi en su punto (unos 18 minutos), añade el queso Cabrales desmenuzáu. Remueve hasta que se funda y el aroma te transporte a las cuevas de Tielve.

  7. Apaga el fuego, y si quieres que quede de revista, remata con una nuez de mantequilla y deja reposar un par de minutos tapáu.

Conseyu de la güela Balbina

Este risotto ye de esos platos que abrazan el alma sin darte cuenta. Si lo acompañes de un vasu de sidra fría o un vino blanco afrutado, ya te digo yo que hasta los de fuera dicen “madre mía, qué ye esto”.

Espero que lo fagas con amor y que te quede tan sabroso como me salía a mí cuando veníen los nietos de visita. Y si lo compartís con alguien, mejor aún, que la comida asturiana ye pa quererse alrededor de la mesa.

 

 

¡Hasta mañana, guapinos, y que nunca vos falte el quesín ni el cariño de casa!

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