Ciencia ultima el proyecto para convertir una antigua explotación minera en un nodo estratégico para la nube, la inteligencia artificial y el big data.
La instalación comenzará a recibir máquinas en 2026 y busca atraer a empresas tecnológicas a Asturias.
Usará agua de galería subterránea para refrigeración, sin impacto en la red de consumo.
Asturias se prepara para dar un salto hacia el futuro digital desde lo más profundo de su pasado industrial. El Gobierno del Principado está a punto de lanzar las obras para transformar el histórico pozo San Jorge de Aller en un centro de datos pionero que almacenará la información de la Administración autonómica y aspira a convertirse en referente tecnológico en el norte de España.
Tres millones de euros y un cambio de paradigma
La actuación, con un presupuesto de 3 millones de euros financiados por el Fondo de Transición Justa, supone una de las apuestas más ambiciosas para reconvertir una antigua mina en un hub tecnológico. El nuevo centro de datos contará con:
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Zonas de procesamiento y almacenamiento digital.
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Oficinas para empresas del sector de la inteligencia artificial, ciberseguridad o gestión de datos.
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Eficiencia energética y refrigeración sostenible con agua de galería.
“Pasamos de la economía del carbón a la economía del dato”, resumió el viceconsejero de Ciencia, Iván Aitor Lucas, durante su intervención en el Día Internacional del Data Center.
Un lugar emblemático con futuro digital
Las obras de adecuación se centrarán en los espacios exteriores del complejo minero: la sala de la máquina de extracción, la sala de embarque y el castillete, que serán rehabilitados para albergar esta infraestructura digital de nueva generación.
Se trata de una instalación que no solo dará servicio a la Administración asturiana, sino que también está diseñada para atraer inversión privada. Asturias dispone ya de 16 ubicaciones listas para empresas tecnológicas interesadas en desplegar centros de datos o proyectos vinculados al cloud computing.
Tecnología con sello asturiano
El futuro centro de datos contará con doble línea de alta tensión para garantizar el suministro eléctrico y con un sistema de bombeo autónomo que capta agua de las galerías para refrigerar los equipos sin afectar al consumo doméstico. Este diseño lo convierte en una instalación:
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Resiliente.
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Eficiente en recursos.
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Adaptada a los desafíos de la transformación digital.
Todo el proyecto está siendo coordinado por la Agencia Sekuens y la sociedad pública Gitpa, con la previsión de que las primeras máquinas estén en funcionamiento en 2026.
Asturias, nodo tecnológico emergente
Con esta iniciativa, el Principado entra de lleno en la carrera por el almacenamiento digital a gran escala, posicionándose como territorio fiable, sostenible y bien conectado para la implantación de servicios vinculados a la inteligencia artificial, el big data o el internet de las cosas (IoT).
“Estamos en disposición de competir en la nube general. Tenemos espacios, infraestructuras y una visión clara de hacia dónde queremos ir”, afirmó Iván Aitor Lucas ante empresarios del Clúster TIC.