La fiebre por la vivienda choca con una realidad incómoda: pisos ocupados que salen al mercado con grandes descuentos, pero cargados de incertidumbre legal y social. Oviedo, Gijón y otras localidades asturianas se suman a una tendencia nacional en auge.
¿Comprarías un piso por 58.000 euros en el centro de Oviedo, con garaje incluido? En el papel suena a chollo. Pero la letra pequeña revela una realidad más compleja: no se puede visitar, no tiene acceso al interior, y está ocupado ilegalmente. Es el comprador quien deberá encargarse —por su cuenta y riesgo— de conseguir la desocupación.
Este es solo uno de los 190 casos registrados en Asturias según el último estudio publicado por Idealista, el mayor portal inmobiliario del país. Estas viviendas representan el 1,4% del total de pisos en venta en el Principado y reflejan una tendencia al alza en toda España: la venta de inmuebles okupados como una fórmula desesperada para darles salida en un mercado tensionado por la escasez de oferta y el encarecimiento de la vivienda.
El mapa de la okupación inmobiliaria en Asturias
Los anuncios se reparten por buena parte del territorio asturiano, pero hay focos claros. Oviedo encabeza la lista, con 29 inmuebles okupados a la venta, lo que supone el 0,9% del mercado de compraventa en la capital. Le siguen Gijón, Avilés, Siero, Mieres o Langreo, donde el fenómeno también está presente aunque con cifras más bajas.
Uno de los pisos ofertados en la calle Doña Iluminada (Oviedo) por apenas 58.000 euros presenta, en teoría, tres habitaciones, un baño, terraza y plaza de garaje. Sin embargo, el anuncio advierte: “Sin posesión y sin acceso al interior. Fotografías y distribución podrían no corresponder con el estado actual del inmueble”. En otras palabras: el comprador compra a ciegas. Y lo que compre, probablemente, no será lo que espera.
Otro caso se da en Lugo de Llanera, con una vivienda de 78 metros cuadrados construidos y tres dormitorios a la venta por 100.000 euros, con similares condiciones de ocupación y sin posibilidad de financiación.
“No aptos para hipoteca”: las condiciones que alertan
Este tipo de viviendas no solo suponen un riesgo evidente por el proceso de desalojo que conllevan. La mayoría no pueden ser financiadas con hipoteca, lo que reduce de entrada su accesibilidad a quien tenga liquidez suficiente para pagar al contado.
Además, los portales y agencias se curan en salud con avisos como:
“El comprador será responsable de los trámites y gastos relacionados con la desocupación del inmueble”,
“La propiedad se transmite libre de cargas, salvo la posesión por terceros”,
“No es visitable ni inspeccionable, por lo que su estado real es desconocido”.
¿Inversión o trampa?
La venta de pisos okupados no es nueva, pero sí es más visible que nunca. En un contexto de altos precios, bajos salarios y escasa vivienda social, muchos compradores —particulares o fondos— se sienten tentados por este tipo de ofertas con descuentos del 30% al 50% respecto a viviendas similares sin ocupación.
Pero la trampa está en los tiempos y los costes ocultos:
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Desalojar legalmente puede tardar de seis meses a dos años, según la situación jurídica del inmueble.
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Se requiere contratar abogados y, en algunos casos, asumir riesgos de enfrentamientos o desperfectos.
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El estado del piso tras el desalojo puede implicar reformas integrales.
¿Qué dice la estadística? Asturias en contexto
A pesar de su tamaño, Asturias no es la comunidad más afectada. Sin embargo, su 1,4% de viviendas okupadas en venta supera el promedio nacional del 1%. Las cifras contrastan con provincias como Girona (8,8%), Murcia (5,5%) o Sevilla (4,7%), pero alertan de una realidad en expansión.
Según el Ministerio del Interior, en 2024 se registraron en España 16.426 denuncias por usurpación o allanamiento, un 7,4% más que el año anterior. En Asturias, aunque la tasa sigue siendo baja, los expertos alertan de que la tendencia es preocupante, especialmente en entornos urbanos donde el desequilibrio entre oferta y demanda se agrava.
¿Qué papel juegan los fondos buitre?
Varios de los inmuebles ofertados en Asturias proceden de carteras bancarias o fondos de inversión, que han heredado los pisos de procesos judiciales, impagos o desahucios no ejecutados. Para estos actores, vender cuanto antes —aunque sea con okupas dentro— es preferible a mantener la propiedad indefinidamente.
No obstante, también hay particulares y pequeños propietarios que, cansados del proceso judicial o temerosos de los daños que puedan sufrir los inmuebles, deciden ponerlos a la venta “tal cual”, asumiendo una fuerte rebaja en el precio.
¿Qué soluciones hay?
Expertos inmobiliarios y juristas coinciden: la proliferación de estas ofertas es un síntoma de un problema estructural. Y el remedio no es sencillo.
Acelerar los procedimientos judiciales,
Garantizar la seguridad jurídica de los propietarios,
Aumentar la oferta de vivienda social y
regenerar zonas degradadas con políticas públicas son algunas de las propuestas que se barajan.
Comprar sí… pero con los ojos bien abiertos
El mercado de viviendas okupadas existe y crece, también en Asturias. Para algunos inversores experimentados puede suponer una oportunidad. Para compradores particulares, especialmente jóvenes que buscan su primera vivienda, puede ser una trampa disfrazada de chollo.
Antes de lanzarse, conviene asesorarse legalmente, analizar bien los riesgos, calcular los gastos reales (no solo el precio del anuncio), y, sobre todo, tener presente que una puerta cerrada puede costar mucho más que una hipoteca.