Una nueva normativa obliga a los asturianos a inscribir sus gallinas en el registro oficial, incluso si solo las tienen para autoconsumo. Oviedo, Siero, Llanes o cualquier rincón rural con corral puede verse afectado por una ley que muchos aún desconocen.

El amor por los huevos caseros y la vida rural sigue muy vivo en Asturias. De Llanes a Tineo, pasando por Grado, Cangas del Narcea o Cabranes, no es raro ver pequeños gallineros en casas con huerta, donde vecinos crían unas cuantas gallinas para su propio consumo. Pero lo que hasta ahora era una práctica entrañable y cotidiana se ha convertido, desde el 1 de enero de 2024, en un problema legal con consecuencias económicas importantes.

Una multa de hasta 3.000 euros puede caer sobre quien tenga gallinas en su finca sin haberlas registrado oficialmente, incluso si los huevos son solo para desayunar en casa o hacer una tortilla de patatas de las de antes. Y lo más sorprendente es que esta obligación se aplica también a quienes tienen un puñado de aves en el jardín, sin actividad comercial ni ánimo de lucro.

¿Por qué ahora? La ley que lo cambia todo

El origen de esta medida está en la entrada en vigor del Real Decreto 637/2021, que obliga a registrar cualquier explotación avícola, incluidas las de autoconsumo. El cambio legal busca establecer un control sanitario uniforme, debido a los riesgos de gripe aviar, brotes de salmonelosis y otras enfermedades que pueden transmitirse entre animales y humanos. Hasta ahora, estos pequeños corrales domésticos escapaban de la normativa, pero eso se ha terminado.

El nuevo marco regulador establece un límite claro: se pueden tener hasta 30 gallinas ponedoras o 50 pollos de engorde para autoconsumo. Superar esa cifra te sitúa en el terreno de las explotaciones profesionales. Aun dentro de esos límites, es obligatorio registrarse en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA) del Principado.

¿Qué tienen que hacer los asturianos con gallinas en casa?

Si tienes gallinas en Cudillero, Belmonte, Caravia o cualquier pueblo o parroquia asturiana, debes:

• Solicitar el alta en el REGA, a través de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado.

• Indicar cuántas aves tienes, con qué finalidad (autoconsumo) y en qué condiciones se alojan.

• Garantizar el bienestar animal: cama seca, comida y agua diaria, espacio suficiente y ausencia de intervenciones quirúrgicas sin supervisión veterinaria.

Además, debes comunicar cualquier cambio en el número de animales o si dejas de tener la explotación en activo.

Las sanciones: de aviso a multa económica

En teoría, las autoridades pueden empezar por un apercibimiento si detectan que tienes gallinas sin registrar. Pero si no corriges la situación, puedes enfrentarte a sanciones clasificadas como faltas leves, con multas desde 600 hasta 3.000 euros. La medida ha sido recibida con sorpresa (y en algunos casos indignación) por muchos vecinos que se enteran ahora de que tener gallinas para uso doméstico no es tan sencillo como antes.

¿Un exceso burocrático o una medida necesaria?

Los defensores de la normativa alegan que es una cuestión de seguridad alimentaria y control epidemiológico, especialmente en un contexto en el que las enfermedades zoonósicas están en aumento. Pero en las zonas rurales asturianas, muchos ven esto como otra traba más al mundo agroalimentario tradicional.

“Yo tengo 5 gallinas desde hace años. No vendo ni un huevo, son para casa, y ahora resulta que tengo que pedir permiso como si tuviera una granja industrial”, se quejaba esta semana una vecina de Proaza en un foro local.

Aun así, algunos veterinarios de la región admiten que el control puede tener sentido si se aplica con criterio, proporcionalidad y fines preventivos reales.

En resumen: si tienes gallinas en casa, entérate bien

Este cambio legal afecta a miles de personas en Asturias. Muchos aún no se han enterado y corren el riesgo de sanción. Si tienes gallinas o estás pensando en empezar un pequeño gallinero, lo primero que debes hacer es registrarlo en el REGA. Y no solo para evitar multas, sino también para garantizar que el sistema de producción avícola del país, grande o pequeño, sea seguro, trazable y sanitario.

Porque sí: hasta para hacer un huevo frito con pan de pueblo y chorizo casero… hoy hace falta papeleo.