Más de 148.000 asturianos viven hoy fuera de España. La mayoría jamás ha pisado Asturias, pero la sienten como suya. ¿Qué significa esta comunidad dispersa que ya supera a concejos como Avilés o Siero? Una historia que comenzó hace más de un siglo y sigue escribiéndose cada día.
Las cifras lo confirman, pero lo verdaderamente importante está en las personas: la comunidad asturiana en el extranjero ha alcanzado su mayor número en toda la historia. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, actualizados a 1 de enero de 2025, ya son 148.728 las personas registradas como asturianas viviendo fuera de nuestras fronteras. Un crecimiento que no se detiene y que sitúa a esta diáspora como un "concejo invisible", el tercero en población tras Gijón y Oviedo.
Nunca antes hubo tantos asturianos fuera como ahora. En solo un año, el incremento ha sido de casi 6.500 personas. Y si miramos atrás, el salto impresiona: en 2009 eran apenas 81.000. Hoy, esa cifra se ha casi duplicado. Asturias se expande más allá de su geografía.
La emigración como huella de identidad
La historia de Asturias está unida de forma íntima a la emigración. A finales del siglo XIX y durante todo el XX, decenas de miles de asturianos cruzaron el Atlántico en busca de una vida mejor. La hambruna, las guerras, la crisis industrial y la falta de oportunidades empujaron a generaciones enteras a marcharse.
Argentina, Cuba, México o Venezuela se convirtieron en nuevas patrias. Los descendientes de aquellos valientes son hoy la mayoría entre los asturianos que viven fuera: apenas el 18% de los inscritos nacieron en el Principado. El resto son hijos, nietos e incluso bisnietos de aquella Asturias que partió con la maleta llena de sueños y nostalgia.
¿Dónde están los asturianos de hoy?
Las cifras del INE son claras:
- Argentina encabeza el ranking con 35.807 personas. Uno de cada cuatro asturianos en el exterior vive allí.
- México le sigue con 26.975.
- Luego vienen Cuba (17.546), Estados Unidos (10.051), Alemania (8.105), Bélgica (4.461) y Francia (5.416).
Más del 77,5% de la diáspora asturiana reside en América, con especial peso en Sudamérica. Europa, aunque crece, sigue a gran distancia. Y dentro de ella, Reino Unido y Suiza suman también miles de residentes asturianos.
Pero lo más llamativo es que en concejos como Allande, Ponga o Pesoz, hay más personas registradas fuera que viviendo en el propio concejo.
Una diáspora envejecida… pero en expansión
Más de un 30% de los emigrantes asturianos tiene más de 65 años. Muchos se fueron en los años 60 o 70 y aún conservan su vinculación sentimental con el terruño. Pero la expansión no viene de ellos, sino de sus hijos y nietos, gracias a leyes que han permitido recuperar la nacionalidad española a los descendientes de emigrantes.
La llamada “Ley de Memoria Democrática” –más conocida como “ley de nietos”– ha abierto la puerta a una nueva oleada de inscripciones en los consulados. Solo en 2024, casi 10.000 personas se registraron como asturianas en el extranjero, y más del 93% de ellas habían nacido fuera de España.
El voto de los que no están: un peso creciente
En las elecciones autonómicas de 2023 y generales de 2023, el voto exterior asturiano ganó protagonismo. Asturias fue la tercera provincia de España que más nuevos votantes en el extranjero sumó en un solo año. La influencia política de esta diáspora es todavía limitada, pero su tendencia al alza anticipa un cambio a medio plazo.
Del vapor a la videollamada: cómo se vive Asturias desde fuera
Ya no hace falta un barco y tres semanas para cruzar el Atlántico. Hoy, los descendientes de emigrantes asturianos mantienen el vínculo a través de redes sociales, videollamadas y plataformas como YouTube o TikTok.
- En Buenos Aires, una joven de 20 años organiza un festival de tonada en homenaje a su abuela.
- En Veracruz, un grupo de hermanos monta una sidrería artesanal con manzanas mexicanas pero receta asturiana.
- En Miami, un nieto de emigrantes de Tineo lleva a sus hijos a clases de gaitas cada sábado.
La identidad asturiana se transforma, pero no desaparece. Vive y se adapta. Aunque la fabada se cocine con chorizo argentino o las gaitas suenen en inglés, Asturias sigue latiendo más allá del Cantábrico.
¿Qué representa esta comunidad para el futuro del Principado?
En plena crisis demográfica interna, con la natalidad bajo mínimos y la población envejecida, la comunidad exterior podría ser una tabla de salvación inesperada. ¿Podría Asturias convertirse en un lugar atractivo para el retorno de descendientes o la llegada de nuevos emprendedores con raíces asturianas?
Los expertos coinciden: hay que reforzar los lazos, facilitar los trámites, activar incentivos de retorno y reconocer el valor simbólico y real de la diáspora.
Un pueblo que no se borra
“No he nacido en Asturias, pero Asturias nació en mí”. Esa frase, escrita en una carta enviada desde La Habana a principios del siglo XX, podría ser el lema de toda una comunidad dispersa por el mundo. Hoy, ese sentimiento sigue vivo en los hijos, nietos y bisnietos de quienes un día se fueron.
Asturias está ahí fuera. Vive en miles de hogares de América y Europa, en recuerdos, en músicas, en sabores, en palabras. Es el tercer gran concejo del Principado, aunque no aparezca en los mapas. Y, lo más importante: es una parte esencial de lo que somos.