La emblemática fortificación medieval de Morcín será objeto de un ambicioso estudio arqueológico, mientras que el palacio llanisco renacentista se transformará en un exclusivo hotel de cinco estrellas
El Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias ha dado luz verde a tres grandes proyectos de restauración que devolverán el esplendor a importantes bienes de interés cultural (BIC) del Principado. Se trata de la torre de Peñerúes en Morcín, el palacio del Cercáu en Llanes y el antiguo convento de Santa Clara en Oviedo, intervenciones que refuerzan el compromiso con la conservación del patrimonio histórico asturiano y su puesta en valor.
Torre de Peñerúes: un legado medieval que recobra su fortaleza
Ubicada en el concejo de Morcín, la torre de Peñerúes, cuya construcción se remonta al siglo XIV, es una de las joyas arquitectónicas de la baja Edad Media asturiana. Declarada BIC en 1965, conserva en pie parte de sus muros originales y su restauración supondrá una intervención clave para consolidar su estructura y preservar su valor histórico.
El proyecto, promovido por la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte, en colaboración con el Ayuntamiento de Morcín, contempla:
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Limpieza y consolidación estructural, incluyendo el cosido de grietas y el refuerzo de sillares con mampostería acorde a la original.
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Recuperación de la puerta de acceso noreste y refuerzo de la coronación de la torre.
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Instalación de un sistema de drenaje y mejora de la iluminación.
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Investigación arqueológica con georradar y análisis estratigráfico para profundizar en el conocimiento del monumento y su entorno.
El presupuesto destinado a estos trabajos asciende a 500.000 euros, y las obras se ejecutarán entre 2025 y 2026, tras la formalización del convenio de colaboración con el consistorio local.
Palacio del Cercáu: un renacimiento convertido en lujo hotelero
El histórico palacio del Cercáu, ubicado en el corazón de Llanes, dará un giro radical para convertirse en un exclusivo hotel de cinco estrellas. Este imponente edificio, declarado BIC en 1991, se alza junto a la basílica de Santa María del Conceyu y la muralla medieval de la villa, en un enclave privilegiado.
La rehabilitación del inmueble se llevará a cabo respetando su estructura original y sus elementos arquitectónicos más valiosos, como su planta irregular y los añadidos de los siglos XVI al XVIII. En su capilla anexa descansan los restos del fundador, el obispo Pedro de Junco Posada.
El nuevo uso del palacio del Cercáu contribuirá a dinamizar el turismo en la comarca, fusionando patrimonio e innovación hotelera en un entorno único.
Convento de Santa Clara: actualización de la sede de la Agencia Tributaria
Por último, el Consejo de Patrimonio ha aprobado una modificación en la reforma del antiguo convento de Santa Clara, en Oviedo, actual sede de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Este monasterio, cuyos orígenes se remontan a 1246, fue declarado BIC en 2006 y ha experimentado varias transformaciones a lo largo de los siglos.
La modificación aprobada afecta a las carpinterías exteriores, que recuperarán el diseño adoptado por el arquitecto Ignacio Castelao en la reforma que convirtió el convento en sede administrativa. Se repondrán ventanas de perfil tubular con un acabado en color original, manteniendo la coherencia estética del conjunto.
De la construcción románica primigenia quedan pocos vestigios, como capiteles aislados y la portada original, hoy ubicada en el palacio de Villabona, en Llanera. No obstante, la ampliación del siglo XVIII sigue en pie en elementos como la portería y el claustro.
Un impulso clave para el patrimonio asturiano
Con la aprobación de estos tres proyectos, el Principado reafirma su compromiso con la conservación y revitalización de su rico legado histórico. La intervención en la torre de Peñerúes, el palacio del Cercáu y el convento de Santa Clara demuestra una apuesta decidida por preservar el pasado, impulsar el turismo cultural y reforzar la identidad patrimonial de Asturias.
Pie de foto: Torre de Peñerúes