Recetas de una abuela asturiana: Tarta de frixuelos a la asturiana, ¡pa chuparse los dedos!

Recetas de una abuela asturiana: Tarta de frixuelos a la asturiana, ¡pa chuparse los dedos!

¡Ay, hijín, qué receta te traigo hoy! Si te apetece endulzarte la vida con un postre tan asturiano como el paisaje de nuestra tierrina, aquí tienes la receta de la tarta de frixuelos a la asturiana, que no veas cómo queda. Esta tarta es de esas que se hacen en casa para compartir con la familia, para dar sabor a los domingos o para endulzar cualquier momento que se precie. ¡Y qué mejor que una receta con un toque tradicional para seguir recordando lo de antes, cuando las cosas se hacían con cariño!

Así que, si tienes un rato libre, ponte el delantal y sigue estos pasos, que seguro que te va a salir una tarta de frixuelos que hará que hasta el más madrugador se levante a pedir más.

Ingredientes:

  • 6 huevos de gallina bien frescos (de esos que te venden en la tiendina del pueblo, que son los mejores)
  • 1 litro de leche fresquita
  • 200 gramos de azúcar, que no se diga que no hay dulzura
  • 200 gramos de harina (de la buena, que te da esa textura tan rica)
  • Un pellizco de sal, para que los sabores se suelten como deben
  • Un chorrito de anís (si te atreves, para darle un toque especial, aunque también te puedes poner el anís para ti solo si te apetece)
  • Mantequilla derretida (para untar la sartén, que no se te pegue ni un solo frixuelo)
  • Y lo más importante: ¡mucho cariño, que es el ingrediente secreto!

Preparación:

1. Haz la masa de los frixuelos: Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que estén bien espumosos, como si estuvieras dando la bienvenida al día con ganas. Luego, añades la leche, el chorrito de anís (si quieres, claro) y un pellizco de sal. Remueve bien y, poco a poco, ve añadiendo la harina mientras sigues batiendo para evitar grumos. Lo mejor es que la masa quede bien fina, como la leche que cae de la vaca en verano.

2. Prepara la sartén: Pon la sartén a calentar y úntala con un poco de mantequilla derretida. Recuerda que no hace falta que se derrame, solo un poquito, para que no se te peguen los frixuelos. ¡Que quede todo bien doradito!

3. A hacer los frixuelos: Cuando la sartén esté bien calentita, añade un cucharón de la masa y mueve la sartén para que se extienda bien, formando una capa fina. Deja que se haga un poquito por un lado (cuando veas que los bordes se despegan, ya está listo para dar la vuelta). ¡Ay, qué alegría cuando oyes ese crujir! Dale la vuelta con cuidado, que este paso es clave para que queden perfectos. Haz los frixuelos uno por uno hasta que tengas una buena pila.

4. Monta la tarta: Ahora, en una fuente grande, empieza a colocar los frixuelos como si estuvieras formando una torre, capa por capa. Entre cada capa, pon un poquito de crema pastelera o nata montada, para que se queden bien pegaditos. ¡No seas tacañín con la crema! Cuanto más, mejor.

5. Decora como una reina: Cuando tengas toda la tarta montada, decórala con azúcar glas por encima. Si te gustan las sorpresas, puedes añadir unas frutas del bosque o lo que más te guste, para darle color y frescura. ¡Que sea una fiesta para los ojos y para el paladar!

Y ahora a disfrutar:

Te lo prometo, esta tarta es un tesoro que no querrás compartir. Cada bocado es como un pedacito de Asturias, con ese toque que sólo la tradición asturiana sabe dar. Así que, a disfrutarla con los tuyos, a compartirla con la gente que más quieres, y a hacerla con todo el cariño del mundo, que para eso estamos. ¡Ah! Y si te sobra algo, guárdala bien, que se puede disfrutar otro día, aunque te advierto que es difícil que sobre mucho.

 

 

¡Que aproveche, hijo! Y que no falte nunca una tarta de frixuelos en tu casa, que cuando se hace con cariño, no hay quien se resista.

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