El Gobierno de Asturias da un paso significativo en su estrategia contra el reto demográfico con la creación del Observatorio y Consejo Social para el Reto Demográfico. Este órgano, establecido en la Ley de Impulso Demográfico, tiene como objetivo centralizar la participación y el seguimiento de las políticas autonómicas para fijar y atraer población, una de las mayores preocupaciones de la región ante el creciente envejecimiento y la despoblación.
Primera reunión del Observatorio y Consejo Social para el Reto Demográfico
Hoy, en el palacio del Conde de Toreno en Oviedo/Uviéu, ha tenido lugar la primera reunión de este órgano clave para la planificación demográfica en Asturias. La vicepresidenta del Gobierno de Asturias, Gimena Llamedo, presidió el encuentro en el que se destacaron los primeros pasos hacia una reorganización territorial más adaptada a la realidad demográfica de cada concejo.
Una de las principales medidas debatidas fue la zonificación demográfica, una estrategia pionera en España. La zonificación clasifica a los municipios en cuatro categorías según factores clave como la densidad poblacional, tasas de natalidad y mortalidad, envejecimiento, migraciones y empleo. Este sistema permitirá aplicar políticas personalizadas, proporcionando un acceso preferente a incentivos, ayudas y servicios públicos para las zonas más afectadas por la despoblación.
"La zonificación demográfica es un paso crucial hacia una Asturias más equilibrada, en la que cada territorio pueda recibir apoyo acorde con sus necesidades específicas. Queremos que los municipios más vulnerables reciban los recursos necesarios para atraer población y generar empleo", declaró Llamedo durante la reunión.
El Centro de Innovación Territorial: Transformando el medio rural
Otro de los proyectos destacados en la reunión fue el Centro de Innovación Territorial (CIT), que se pondrá en marcha este mismo año. El CIT se enfocará en desarrollar iniciativas de desarrollo sostenible en el medio rural, promoviendo proyectos que fomenten la actividad económica y mejoren la calidad de vida en las zonas con mayor riesgo demográfico.
Ubicado en Oviedo/Uviéu, el CIT trabajará en estrecha colaboración con la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader) y enfrentará retos clave como la reducción de la brecha digital, la promoción de sistemas agroalimentarios circulares, y la creación de centros multiservicios rurales, entre otros. La aplicación de tecnologías innovadoras también será esencial, con proyectos destinados a la prevención de incendios forestales y la mejora de infraestructuras rurales.
"El CIT será un modelo de innovación y cooperación, demostrando que el medio rural tiene un futuro lleno de oportunidades si se aprovechan correctamente los recursos y las posibilidades de financiación. La clave está en tener un proyecto que transforme nuestros territorios", destacó Llamedo.
Un órgano multidisciplinar comprometido con el futuro de Asturias
El Observatorio y Consejo Social para el Reto Demográfico está compuesto por un grupo multidisciplinar de expertos en economía, desarrollo rural, innovación y emprendimiento. Su labor será fundamental para evaluar políticas existentes y proponer nuevas iniciativas. Los miembros del órgano trabajarán durante cuatro años, con posibilidad de renovación, asegurando que el compromiso con la transición demográfica en Asturias sea continuo y efectivo.
Este órgano incluye representantes de diversos sectores, como el empresarial, el sindical, el académico y el asociativo, reflejando la pluralidad y el compromiso con la participación social. Además, contará con la participación de entidades como la Federación Asturiana de Concejos, la Universidad de Oviedo, el Instituto Asturiano de la Mujer, y el Consejo Asturiano de la Juventud, entre otros.
Hacia un futuro sostenible y demográficamente estable para Asturias
Con el impulso del Observatorio y el Consejo Social para el Reto Demográfico, y el apoyo de proyectos como el CIT y la zonificación demográfica, el Gobierno de Asturias refuerza su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la lucha contra la despoblación. La región avanza hacia un modelo más justo y equilibrado, en el que cada territorio tiene la oportunidad de prosperar y ofrecer una calidad de vida digna a sus habitantes.