Belarmina Díaz defiende la industria como "irrenunciable" y subraya la urgencia de aplicar medidas europeas para proteger el sector del acero
En un contexto de incertidumbre y transformaciones industriales, la consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz, ha asegurado que el Gobierno del Principado mantiene contactos continuos con ArcelorMittal y con las principales empresas de ingeniería para abordar los desafíos del sector y blindar el futuro de la industria asturiana.
"Nuestro compromiso con la industria es absoluto", ha subrayado Díaz en el Pleno de la Junta General. "Los encuentros con ArcelorMittal o con las ingenierías no son una simple foto. Son reuniones constantes porque la situación exige diálogo permanente y decisiones ágiles".
Asturias, en alerta industrial: la siderurgia en el centro del debate
Díaz no ha dejado lugar a dudas sobre las prioridades de su departamento:
Atender las emergencias de la industria regional y la siderurgia.
Fortalecer el diálogo con agentes sociales y empresas en situación crítica.
Trabajar de la mano del Gobierno de España y la Comisión Europea en políticas estratégicas.
"Estamos en un escenario complejo e imprevisible, pero tenemos claro que la industria en Asturias no es negociable. Debemos actuar con rapidez y estrategia", ha insistido la consejera.
La industria pesada y, en particular, la siderurgia, es un pilar económico de la región, pero también enfrenta desafíos globales:
Competencia de mercados asiáticos y acero más barato.
Transición energética y sostenibilidad ambiental.
Estrategias europeas para frenar la entrada de "acero sucio".
El Gobierno asturiano está presionando a Bruselas para la aplicación de medidas urgentes dentro del Clean Industrial Deal, en especial el arancel ambiental que proteja a la industria europea frente a la importación de acero sin regulaciones medioambientales.
Asturias, Bruselas y Madrid: una industria que depende de Europa
Más allá de la crisis coyuntural, Díaz ha insistido en la importancia de una estrategia coordinada con el Ejecutivo central y con la Unión Europea:
Negociaciones con Madrid y Bruselas para garantizar el futuro de la siderurgia.
Adaptación a las nuevas normativas verdes sin comprometer la viabilidad industrial.
Acceso a fondos europeos para modernizar las instalaciones asturianas.
"La industria asturiana no puede depender solo de nuestras políticas autonómicas. Las decisiones clave se están tomando en Europa, y nuestro deber es trasladar la urgencia de medidas que protejan a nuestras empresas", ha afirmado Díaz.
Entre estas medidas, la más urgente es la implementación del arancel ambiental al acero de terceros países. Este mecanismo, enmarcado dentro del Green Deal, busca penalizar las importaciones de acero producido sin criterios ambientales, protegiendo así a la siderurgia europea.
Una industria en transformación: inversión y sostenibilidad
A pesar de los desafíos, el sector industrial asturiano se enfrenta a una oportunidad de cambio:
✅ Inversión en descarbonización de procesos productivos.
✅ Desarrollo de tecnologías limpias y reducción de emisiones.
✅ Transformación digital e incorporación de IA en la producción.
El diálogo con ArcelorMittal y las principales ingenierías es clave en este proceso, ya que las grandes empresas deben liderar el cambio sin comprometer el empleo ni la competitividad.
Díaz ha dejado claro que Asturias no permitirá la deslocalización de su industria y que el Gobierno regional seguirá presionando para garantizar inversiones y estabilidad.
Claves del futuro de la siderurgia asturiana
Asturias mantiene contacto continuo con ArcelorMittal y empresas del sector.
Se reclama a Bruselas la aplicación del arancel ambiental al acero extranjero.
La industria asturiana es "irrenunciable" y necesita medidas urgentes.
El Gobierno del Principado apuesta por la modernización y la descarbonización.
El desafío de Asturias: resistir y transformarse
La industria asturiana está en un momento decisivo. La transformación energética, la digitalización y la competencia global están cambiando las reglas del juego, pero Asturias no puede permitirse quedarse atrás.
Con contacto directo con las empresas, presión en Bruselas y una apuesta clara por la modernización, el Principado busca asegurar el futuro de un sector clave para su economía.