RAG/DICYT Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de un tercio de las mujeres tiene incontinencia urinaria. Aunque es un problema que afecta a ambos sexos, en ellas es más frecuente y se puede presentar a cualquier edad, llegando a condicionar o limitar su actividad. Un estudio, firmado por la fisioterapeuta Gloria Martínez y premiado por Caja Segovia, incide en que el abordaje de la incontinencia urinaria mediante tratamiento fisioterápico mejora de manera muy significativa esta patología en las pacientes, aumentando su calidad de vida y disminuyendo el consumo de absorbentes de orina.
La incontinencia urinaria es una patología que muchas veces no se consulta y para el que sus pacientes simplemente utilizan como remedio absorbentes que no palían el problema. "Hay es un desconocimiento general de este problema Vemos en los medios de comunicación muchos anuncios de absorbentes, pero no se habla de tratamientos que pueden mejorar esto", entre los que se encuentra la fisioterapia. "Un porcentaje elevado de mujeres que sufren algún trastorno miccional no ha hablado con su médico, asumiendo una mala calidad de vida, ignorando que su problema puede tener solución".
A esto se une el que "la mayoría de la gente no sabe que se pueden entrenar una serie de músculos, como en cualquier otra parte del cuerpo" y que esa acción puede suponer "resultados excelentes" para solucionar su incontinencia, ha explicado a DiCYT Gloria Martínez, autora de este estudio sobre 55 mujeres.
En los hombres, la incontinencia urinaria suele aparecer a partir de los 50 ó los 60 años como consecuencia de problemas con la próstata, sin embargo, en las mujeres se da con una mayor frecuencia y en cualquier edad. En ambos puede conllevar daños psicológicos. Tareas como emprender un viaje de larga duración en transporte público, salir a caminar o simplemente ir a la compra pueden verse dificultadas por la necesidad de encontrar un baño para orinar. "Hay mujeres con 21 años que a lo mejor deciden dejar de salir en grupo por la noche porque en los bares puede ser difícil utilizar el servicio de las chicas porque hay colas" y necesitan ir con premura, ha apuntado.
Fases del estudio
El primer paso que Martínez siguió con las pacientes para elaborar su estudio fue el de preguntarles acerca de todo lo referente a la esfera urinaria, con el objetivo de valorar si su incontinencia es de esfuerzo, de urgencia o mixta.
Una vez completada esta fase, sometió a cada mujer a una entrevista en la que le preguntó sobre los factores ostétricos que pudieran influir en su problema, relacionados con el número de partos y si estos fueron instrumentalizados, el peso de los hijos al nacer o las complicaciones perineales después del alumbramiento. Los cuestionarios también preguntaban por los antecedentes médicos para saber si alguna de las pacientes tomaba, por ejemplo, algún medicamento que pudiera ocasionarle trastornos urinarios, como algún relajante muscular o algún fármaco diurético, los cuales se recetan frecuentemente en casos de hipertensión.
Tras la encuesta y una inspección para comprobar, entre otras cosas, la fuerza de los músculos relacionados con la orina, Martínez agrupaba a las pacientes y, en dos sesiones de dos horas y media de duración cada una, les informaba sobre el problema, les enseñaba una serie de ejercicios para localizar las estructuras corporales que iban a trabajar y les introducía en una serie de hábitos saludables para mitigar este problema, como puede ser el no beber una excesiva cantidad de agua por la noche.
Resultados positivos
Después de estos talleres y previamente a las sesiones individuales de fisioterapia en las que trataba a las mujeres, Martínez ha afirmado que 19 de las 55 dejaron de tener pérdidas. Asimismo, 42 dejaron de utilizar absorbentes y 9 declaró usarlos sólo de manera ocasional. "Simplemente con la información grupal noté una mejoría notoria de la sintomatología", ha destacado.
Pequeñas mejoras de este problema suponen grandes cambios en la vida de estas pacientes, a las que la fisioterapeuta también recomienda realizar ejercicios diarios para que esos músculos no pierdan su capacidad de contracción. "Los ejercicios se pueden hacer en cualquier posición y nadie sabe que los está haciendo", ha precisado.
FOTO: Taller para personas con incontinencia urinaria (Fotografía: Gloria Martínez)