Bomberos, helicóptero medicalizado, perros de rastreo y drones peinan la zona en una carrera contra el tiempo
Cada minuto es crucial. Desde primera hora de la mañana, un gran operativo de emergencias trabaja sin descanso en la búsqueda de un hombre desaparecido desde el viernes en la zona de El Caleyu, en Ribera de Arriba. La alerta saltó a las 8:57 horas de este domingo, y desde entonces los efectivos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) han desplegado todos sus recursos para encontrarlo antes de que sea demasiado tarde.
El dispositivo, coordinado desde el Centro de Coordinación de Emergencias, cuenta con bomberos con base en La Morgal, la Unidad Canina, la Unidad de Drones y el Grupo de Rescate a bordo del helicóptero medicalizado. Las labores de rastreo se concentran en la franja comprendida entre El Caleyu y Tudela Veguín, combinando operaciones terrestres y aéreas para cubrir la mayor superficie en el menor tiempo posible.
Todos los recursos movilizados
La magnitud del operativo refleja la urgencia de la situación. Además de los efectivos del SEPA, la Guardia Civil, la Policía Local, la Policía Nacional, el SAMU y Bomberos de Oviedo han sido alertados y están en disposición de colaborar en la búsqueda.
El uso de perros especializados en rastreo y drones de última generación está resultando clave para inspeccionar áreas de difícil acceso. Mientras tanto, el helicóptero del SEPA sobrevuela la zona con la esperanza de localizar algún rastro que ayude a los equipos en tierra a dar con el paradero del desaparecido.
Una carrera contra el tiempo
Cada segundo cuenta. La experiencia en operativos similares demuestra que las primeras horas son determinantes. En enero de 2022, un hombre desapareció en circunstancias similares tras salir a caminar en Ribera de Arriba y su cuerpo fue localizado días después en una zona de monte cercana.
Las autoridades piden colaboración ciudadana y cualquier información que pueda aportar pistas sobre los últimos movimientos del desaparecido. La búsqueda sigue en marcha, con la esperanza de que cada esfuerzo y cada minuto marquen la diferencia entre la tragedia y el reencuentro.