Recetas de una abuela asturiana: Pixín a la sidra (como lo hacía mi güela)

Recetas de una abuela asturiana: Pixín a la sidra (como lo hacía mi güela)

¡Ay, fíu! Hoy traigo una receta que ye una auténtica maravilla de la mar, de esos platos que cuando los sacas a la mesa la gente se queda callada pa disfrutar de cada bocao. El pixín a la sidra ye un manjar de dioses, pero de dioses asturianos, esos que en vez de néctar y ambrosía, prefieren un buen pedazo de pescado regado con sidra del país.

D'esta receta aprendí de mi güela, una mujer que tenía los mejores trucos de cocina y una paciencia infinita, menos pa los que removían la pota cuando no tocaba. Mi güela decía que el secreto d'un buen pixín a la sidra ta en la calidad de la sidra y en non apurase con los tiempos, que todo tien que cocer con su amor y su tranquilidad. Y tenía razón, porque cuando se cocina con cariño, el plato final sabe el doble de bien.

Cuando yo era moza y mi padre traía un buen pixín del mercado, mi güela se ponía el mandil y se ponía a la faena con aquella sabiduría que solo dan los años y la experiencia. Y yo, claro, prestando atención pa aprender cada truco, que si’l refritu bien pochao, que si la sidra tiene que ser de la buena, que si el pixín nun se toca demasiado… ¡Qué tiempos aquellos!

Así que nada, fíu, vamos con la receta, que nun quiero que te quedes con fame solo con les palabres.

Ingredientes (pa 4 personas)

  • 800 g de pixín (también lo conocerás como rape) en rodajas
  • 1 botella de sidra natural asturiana (nada de esos inventos de fuera, eh)
  • 1 cebolla grandota
  • 2 dientes de ajo
  • 1 tomate maduro
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo (pa darle colorín)
  • 1 cucharada de pimentón dulce (de la Vera, si puede ser)
  • Harina (pa rebozar un poco el pixín)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Un manojín de perejil fresco
  • Un puñadín de guisantes (opcional, pero queda bien)

Elaboración paso a paso

  1. Preparamos el pixín: Primero, enharinamos ligeramente les rodajes de pixín y les damos una vuelta rápida en una sartén con aceite caliente, solo pa sellar y que no se nos deshaga después. Las sacamos y reservamos.

  2. El refritu, alma del plato: En el mesmu aceite, pochamos la cebolla bien picadina junto con los ajos. Dejamos que vaya sudando a fuego lento, que nun hay prisa.

  3. Los pimientos y el tomate: Cortamos los pimientos en trocinos pequeños y los añadimos a la sartén. Cuando empiecen a estar blandinos, echamos el tomate pelado y troceado. Dejamos que se haga todo junto hasta que quede una salsa bien rica.

  4. El toque de pimentón: Añadimos la cucharadina de pimentón y removemos rápido pa que no se nos queme y amargue.

  5. Hora de la sidra: Vertemos la sidra por encima, que chisporrotee y que llene la cocina de ese olor tan nuestro. Dejamos que cueza unos 5 minutos pa que se evapore el alcohol y se concentren los sabores.

  6. Añadimos el pixín: Ponemos las rodajas en la salsa y dejamos que se cocinen a fuego suave unos 10 minutinos. No hay que marear el pescado, que él solo se va haciendo en la salsa.

  7. Últimos detalles: Si queremos, podemos echar un puñadín de guisantes y dejar que todo se termine de hacer otros 5 minutinos. Espolvoreamos con perejil picado y listo.

Cómo se come esto, Balbina

Mocín, nun hay discusión: esto va con un buen pan de pueblo pa mojar hasta dejar el plato limpio. Si lo acompañas con unes patatines cocidas o un buen arroz blanco, tienes una comida de reyes. Y claro, pa beber… ¿qué va a ser? ¡Sidra! Pero tirada como Dios manda, eh, que beberla mal ye pecado.

Y ya ta, fíu. Esto ye un plato con historia, con sabor y con orgullo asturianu, de los que calientan el cuerpo y el alma. Si lo haces, nun te olvides de mandarme una foto, que a mi edad ya nun puedo cocinar tanto, pero sí puedo charrar y dar consejos.

¡Hale, a la cocina, que nun se va a hacer solo! Y acuérdate de lo que siempre te digo: cocinar ye un arte, pero comer bien ye un placer.

¡Un besín de Balbina!

 

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