La consejera de Transición Ecológica, Belarmina Díaz, urge a Bruselas a actuar con rapidez para evitar el colapso del sector siderúrgico en Asturias
La batalla por el futuro de la industria asturiana se libra en los despachos de Bruselas. La consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio, Belarmina Díaz, ha lanzado un mensaje contundente a la Comisión Europea: las medidas contra el "acero sucio" y el dumping de países como China deben aplicarse de inmediato si Europa quiere preservar su tejido industrial.
Tras reunirse con el secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, y con el líder de FICA-UGT, Jenaro Martínez, Díaz ha insistido en la urgente necesidad de que el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM) sea realmente eficaz y no se convierta en una mera declaración de intenciones.
"Las medidas arancelarias no pueden eternizarse. La industria asturiana necesita certezas y protección real contra la competencia desleal", advirtió la consejera, en referencia a la amenaza que suponen las importaciones de acero producido sin exigencias ambientales.
El “Clean Industrial Deal”: una hoja de ruta clave, pero con incógnitas
La conversación entre el Gobierno asturiano y los sindicatos ha girado en torno a la hoja de ruta presentada esta semana por la Comisión Europea bajo el nombre "Clean Industrial Deal", una estrategia que pretende impulsar la industria verde en el continente.
Díaz ha valorado positivamente el plan, reconociendo que Europa al fin ha tomado conciencia de la importancia de la industria y del acero en su tejido económico. Sin embargo, ha dejado claro que es necesario aterrizar estas propuestas en medidas concretas que realmente protejan el sector siderúrgico asturiano y eviten que el dumping siga erosionando su competitividad.
Parques de baterías: la reindustrialización verde bajo debate
Otro de los temas clave abordados en la reunión fue la instalación de parques de almacenamiento con baterías, una pieza fundamental en la transición energética.
Díaz dejó claro que su ubicación debe ser racional y estratégica, priorizando suelos industriales o terrenos con historial de actividad minera, energética o industrial. Además, subrayó que no todos los proyectos presentados llegarán a ejecutarse y recordó que la última palabra sobre estas instalaciones la tienen los ayuntamientos, ya que la normativa urbanística es de su competencia.
"Asturias debe avanzar hacia la sostenibilidad sin comprometer su desarrollo industrial. La planificación debe hacerse con cabeza y atendiendo a criterios técnicos y económicos", puntualizó la consejera.
Un mensaje claro a Bruselas: Asturias necesita acción, no promesas
La presión del Principado a la UE es clara: no hay tiempo para debates interminables ni para medidas que lleguen tarde. La industria asturiana, con ArcelorMittal como principal referente, necesita una política comercial que garantice su viabilidad frente a la competencia exterior que opera con costes muy inferiores al no cumplir con las exigencias medioambientales europeas.
Los sindicatos respaldan este llamamiento y exigen a Bruselas acciones inmediatas que protejan el empleo y la producción industrial. En este sentido, la aplicación efectiva del CBAM es vista como un paso imprescindible para nivelar el terreno de juego y evitar que la industria europea pague el precio de una transición ecológica mal planificada.
Con la Comisión Europea bajo presión, la lucha por el futuro de la industria asturiana sigue en marcha. Y, como ha advertido Belarmina Díaz, las decisiones que se tomen en Bruselas marcarán el destino del acero en Asturias y en toda Europa.