El Principado devuelve los erizos al mar y dona los percebes a un centro benéfico

Agentes de Inspección y Vigilancia Pesquera han frustrado una operación de marisqueo ilegal en el pedrero de la playa de Arra, en Ribadesella, donde sorprendieron a un furtivo con 40 kilos de oricios y 2 kilos de percebes extraídos de forma clandestina. El individuo, que utilizaba herramientas especializadas para la recolección de estos codiciados frutos del mar, superaba ampliamente los límites permitidos para los mariscadores profesionales, quienes deben operar en zonas habilitadas y con cupos estrictos.

La intervención permitió devolver al mar los erizos, que aún se encontraban vivos, garantizando así la sostenibilidad del ecosistema. En cuanto a los percebes, fueron entregados a un centro benéfico, donde ayudarán a personas en situación de vulnerabilidad.

Lucha contra la pesca ilegal: recursos y vigilancia avanzada

El Servicio de Inspección y Vigilancia Pesquera del Principado, que lleva casi cuatro décadas protegiendo los más de 330 kilómetros de costa asturiana, cuenta con un equipo de 17 agentes especializados. Para combatir el furtivismo y garantizar la sostenibilidad de la pesca, este servicio dispone de avanzados medios tecnológicos, entre ellos embarcaciones, vehículos todoterreno y drones, capaces de monitorizar zonas de difícil acceso.

Este cuerpo de vigilancia desempeña una labor clave en la protección de los recursos marinos y en la defensa de la pesca profesional, asegurando que el marisqueo siga siendo una actividad rentable y sostenible para Asturias.

Con operativos como el de Ribadesella, el Principado reafirma su compromiso con el medio marino y la legalidad, recordando que la pesca furtiva no solo pone en riesgo los ecosistemas, sino también el sustento de quienes trabajan en el sector de manera responsable.