Tragedia y justicia: dos encargados de Adif, condenados tras la muerte de un operario electrocutado en Asturias

Tragedia y justicia: dos encargados de Adif, condenados tras la muerte de un operario electrocutado en Asturias

El trabajador falleció en 2018 mientras realizaba tareas de mantenimiento en la estación de Linares; la imprudencia de sus superiores le costó la vida

 

Un chispazo mortal. Un fallo imperdonable. Una vida segada en segundos. Esa fue la cruda realidad del accidente laboral ocurrido en la madrugada del 12 de junio de 2018 en la estación de tren de Linares, en Lena, donde un operario de 34 años perdió la vida electrocutado tras recibir una descarga de miles de voltios mientras realizaba labores de mantenimiento en la catenaria de la vía.

Siete años después, dos de sus superiores directos han reconocido su negligencia y han aceptado una condena de un año y seis meses de prisión tras admitir que no ordenaron correctamente el corte de corriente en la línea fija, dejando al trabajador expuesto a una muerte segura.

La tragedia, que también dejó a otros dos operarios heridos, no fue un accidente fortuito, sino la consecuencia de una cadena de errores humanos que pudo evitarse.

Un fallo fatal que costó una vida

La noche del 11 al 12 de junio de 2018, el operario, vecino de Pola de Lena, trabajaba junto a otros dos compañeros en tareas de mantenimiento en la catenaria de la vía ferroviaria. La seguridad en este tipo de operaciones es vital: el procedimiento estándar exige cortar la electricidad en la línea antes de iniciar cualquier trabajo.

Pero esa noche nadie desconectó la corriente.

El trabajador, sin saber que la catenaria seguía activa, entró en contacto con la línea y recibió una descarga letal. Sus compañeros, testigos de la tragedia, quedaron heridos en el intento desesperado de socorrerle.

Una negligencia que llevó a los tribunales

El caso ha llegado a su resolución en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, donde la Fiscalía acusó a dos encargados de Adif de homicidio por imprudencia grave y lesiones por imprudencia grave. Ambos han admitido su responsabilidad:

  • Uno de ellos, responsable de la coordinación de los trabajos, debía haber ordenado el corte de la electricidad en la subestación fija.
  • El otro, a cargo de la supervisión, tendría que haber verificado que la línea estuviera realmente desconectada.

No hicieron ni lo uno ni lo otro.

Su descuido dejó a los trabajadores vendidos ante el peligro, convirtiendo un trabajo rutinario en una trampa mortal.

Una condena que sabe a poco

Finalmente, la conformidad entre la Fiscalía y la defensa ha permitido cerrar el caso con una pena reducida: un año y medio de prisión para cada uno de los acusados. Además, se les ha impuesto una inhabilitación temporal para ejercer su actividad laboral.

Pero la familia del fallecido y sus compañeros de trabajo se preguntan si esta sentencia hace justicia o si, una vez más, la vida de un trabajador queda saldada con una condena menor.

El caso ha reabierto el debate sobre las condiciones de seguridad en el sector ferroviario y la necesidad de protocolos más estrictos para evitar que errores humanos sigan costando vidas.

Siete años después, un recuerdo imborrable

La estación de Linares, testigo mudo de aquella noche fatídica, sigue en pie. Pero para quienes estuvieron allí, la imagen de su compañero tendido sobre las vías, víctima de un error evitable, jamás se borrará.

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