Escándalo en Oviedo: Un pedófilo exhibicionista aterroriza a niños de un colegio por videollamada

Escándalo en Oviedo: Un pedófilo exhibicionista aterroriza a niños de un colegio por videollamada

Un escalofriante caso ha sacudido a la tranquila ciudad asturiana de Oviedo: un pedófilo sin rostro ha estado exhibiéndose ante niños de tan solo 10 y 11 años a través de videollamadas, convirtiendo los baños y el recreo de un colegio en el escenario de un perturbador espectáculo. Los menores, atrapados entre la curiosidad y la inocencia, llegaron a formar colas para presenciar cómo este desconocido se masturbaba en directo, mientras la Policía Nacional trabaja a contrarreloj para atraparlo. Lo que comenzó como un rumor entre escolares en junio de 2024 ha explotado en una denuncia que pone en jaque la seguridad infantil y expone fallos alarmantes en la supervisión escolar.

El origen del horror: un número en el recreo

Todo empezó hace ocho meses, cuando una niña del colegio compartió un número de teléfono con sus compañeros, asegurando que pertenecía a un joven conocido. Lo que parecía un juego inocente se tornó siniestro: los menores comenzaron a contactar al sujeto por videollamada desde los servicios, el patio e incluso el comedor. En cada llamada, el hombre aparecía de cintura para abajo, sin mostrar su rostro ni pronunciar palabra, limitándose a realizar actos sexuales explícitos. Los niños, entre risas nerviosas y desconcierto, convirtieron estas sesiones en un ritual macabro durante el recreo. Según la denuncia, al menos 13 niñas de una misma clase fueron testigos de estas escenas, y el fenómeno se extendió como un virus entre los alumnos.

Una denuncia tardía y la indiferencia inicial

El caso salió a la luz cuando los padres de una menor descubrieron en su móvil conversaciones y vídeos que helaron la sangre. Tras interrogar a su hija, la niña relató cómo el contacto con este hombre se había normalizado entre sus compañeros desde el verano pasado. Dos niñas llegaron a alertar al jefe de estudios, pero este, según la denuncia, desestimó el aviso como “fantasías infantiles”. Esta aparente negligencia permitió que el exhibicionista siguiera actuando durante meses, hasta que la indignación de los padres llevó el caso a la Policía Nacional el 22 de febrero de 2025. La dirección del colegio, al ser consultada, se limitó a decir que el asunto está “en manos de las autoridades”, esquivando cualquier responsabilidad.

La caza del depredador: ¿de Cataluña o de Asturias?

Con el objetivo de identificar al culpable, los padres idearon una trampa desesperada: pidieron a una joven que contactara al hombre por WhatsApp, haciéndose pasar por una menor. El sujeto, astuto, afirmó ser de Cataluña –sin dar detalles– y pidió ver el rostro de su interlocutora para confirmar su edad. Cuando no obtuvo lo que quería, cortó la comunicación. Sin embargo, los padres dudan de su historia: “No es creíble. Creemos que es de Asturias y conoce a la niña que dio el número”, aseguran. La policía investiga esta pista, sospechando que el pedófilo podría tener un vínculo local que lo llevó a elegir este colegio como su coto de caza.

Un caso que destapa una crisis mayor

Este escándalo no es un incidente aislado. En España, los delitos sexuales contra menores en internet están disparados: más de 2,000 casos semanales, según el informe “Into the light” de 2024. Asturias misma ha sido sacudida por casos recientes, como el de un empresario de Langreo detenido en 2024 por abusar de hijos de sus amigos, o un vecino de Laviana acusado en 2021 de difundir pornografía infantil. La Ley Orgánica 8/2021 y la Ley 10/2022 refuerzan la protección infantil, con penas de hasta 8 años de cárcel por explotación sexual de menores de 13 años, pero la digitalización y el acceso sin control a plataformas como WhatsApp o TikTok han abierto una puerta a los depredadores.

La vulnerabilidad de los niños en la era digital

El caso de Oviedo pone bajo el foco la facilidad con la que los menores son captados online. Estudios alertan de cómo la pandemia aceleró la presencia de pedófilos en redes sociales, abandonando la ‘deep web’ por plataformas accesibles. En Madrid, en 2023, padres denunciaron chats sexuales y violentos con menores; en 2013, un joven grabó 160 vídeos pedófilos por webcam tras contactar a 900 niños. En este contexto, que los alumnos de Oviedo hayan normalizado las videollamadas con un extraño refleja una mezcla de inocencia y falta de educación digital, agravada por la aparente pasividad del colegio.

¿Qué sigue? Una comunidad en vilo

La investigación policial está en marcha, pero el hermetismo reina: no hay avances públicos desde la denuncia. La comunidad escolar exige respuestas, mientras los padres claman por medidas urgentes: mayor supervisión, formación para docentes y restricciones al uso de móviles en el colegio. Este caso, comparado con macrojuicios como el del cirujano francés Joël Scouarnec –acusado de violar a 300 niños–, subraya la magnitud del problema global de la pedofilia. En Oviedo, el miedo y la incertidumbre persisten: ¿quién es este hombre sin rostro? ¿Cuántos niños más fueron víctimas en la sombra?

Llamada a la acción

Este no es solo un titular pasajero; es un grito de alerta. Mientras las autoridades rastrean al culpable, la sociedad asturiana y española enfrenta un desafío: proteger a sus niños en un mundo donde la tecnología puede ser tanto aliada como enemiga. La próxima actualización podría traer justicia… o más preguntas sin respuesta.

Dejar un comentario

captcha