El animal, rescatado en estado crítico en Mieres, sufría una enfermedad neurológica irreversible. Se trata del primer caso detectado en Asturias de Neospora caninum, un parásito devastador para los cánidos.
La esperanza se apagó para un joven lobo rescatado en los montes de Mieres. La Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha practicado una eutanasia compasiva al cachorro, tras meses de lucha contra una enfermedad neurológica incurable. Se trata del primer caso documentado en Asturias de Neospora caninum, un parásito que ataca el sistema nervioso de los cánidos y que representa una amenaza creciente para la fauna salvaje y la ganadería.
El pequeño lobo fue encontrado en septiembre de 2024 en el monte Llosorio, en un estado alarmante: caquexia extrema, deshidratación severa y una grave debilidad muscular que hacía casi imposible su movimiento. Tras su traslado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Sobrescobio, los veterinarios intentaron estabilizarlo con cuidados intensivos. En un primer momento, el animal mostró signos de recuperación, pero a finales de noviembre su situación se deterioró drásticamente con la aparición de síntomas neurológicos irreversibles.
Un diagnóstico sin esperanza
Las pruebas realizadas en diciembre confirmaron la peor sospecha: el cachorro estaba infectado con Neospora caninum, un parásito que ataca las neuronas y provoca una degeneración neuromuscular progresiva e irreversible. La enfermedad, sin cura conocida, condenaba al lobo a una existencia de sufrimiento y le imposibilitaba vivir en libertad.
Descartada su reintroducción en la naturaleza, Medio Rural consideró la opción de trasladarlo al Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, en Zamora, donde podría recibir atención especializada y participar en programas educativos. Sin embargo, el destino le tenía preparado un último y cruel golpe.
El trágico desenlace
El pasado lunes, durante su traslado a Zamora, el cachorro sufrió un episodio extremo de autolesiones: en un acto de desesperación, se mordió su propia extremidad trasera hasta amputarla parcialmente, provocándose una grave hemorragia. Este comportamiento, asociado a la evolución de la enfermedad, dejó claro que el sufrimiento del animal había llegado a un punto insoportable.
Ante la gravedad de la situación, se interrumpió el traslado y el lobo fue devuelto al centro de Sobrescobio, donde un equipo de cinco veterinarios del Servicio de Vida Silvestre evaluó su estado. La conclusión fue unánime y desgarradora: el cachorro no podía seguir viviendo en esas condiciones. Su enfermedad no tenía cura, el daño autoinfligido era irreversible y mantenerlo en cautividad solo prolongaría su agonía.
Siguiendo los protocolos de bienestar animal, se tomó la difícil decisión de practicarle una eutanasia compasiva mediante una inyección intravenosa.
Un caso que alerta sobre nuevas amenazas para la fauna
La aparición de Neospora caninum en un lobo silvestre supone un aviso para la comunidad científica y para los responsables de la gestión de la fauna en Asturias. Esta enfermedad, hasta ahora vinculada principalmente al ganado y a los perros domésticos, podría estar afectando a más especies salvajes sin que se haya detectado aún su alcance real.
Los resultados de la necropsia del cachorro permitirán ampliar el conocimiento sobre la presencia de esta patología en la fauna asturiana y ayudarán a establecer nuevas estrategias de control y vigilancia. Medio Rural insiste en la necesidad de seguir monitorizando la salud de los ecosistemas para detectar enfermedades emergentes que puedan comprometer la biodiversidad.