¡Ay, mis guapinos y guapines! Hoy vengo con un plato de los de domingu y fiesta grande, de los que se guisan despacín y llenan la casa de un olorcín que ye gloria bendita. Vamos preparar un buen Pitu de Caleya, que no ye un pollo cualquiera, non… ye el pollo de verdad, el que crece correteando por los praos, fuerte y sabrosón, como tien que ser.
Esto nun ye receta de fartura rápida, ¡non ho! Ye de sentarse a la mesa a mojar pan y a relamer los güeyos. Así que marchamos con el mandil bien atado y a guisar, que esto lleva su tiempín.
Ingredientes (pa unos 6 comensales con fame de verdad)
1 pitu de caleya hermoso (3-4 kg), troceado
1 cebolla grande, bien picadina
2 dientes de ajo, machacaos con amor
1 puerro, pa darle un toque fino
2 zanahorias, cortadinas en rodajinas
1 pimiento rojo, bien hermoso, picadín
2 tomates maduros, pelaos y trituraos
1 vasín de buen brandy o coñac (que no sea garrafón, que el pitu se merece lo mejor)
1 vasu de buen vinu blanco (y otro pa quien guisa)
1 vasu de caldín de gallina o agua, si no hay
1 hoja de laurel pa darle el toquecín
1 rama de romero y otra de tomillo, que el pitu gusta d’andar bien perfumao
Sal y pimiento negro al gustu
Aceite de oliva virgen extra (del bueno, ho)
Preparación
1️⃣ Marcamos el pitu con cariño: Ponemos un buen chorrín d’aceite nun pote grande y doramos los trozos de pitu a fuego altu, hasta que cojan un coloraín precioso. ¡Cuidado con la prisa! Que el pitu de caleya ye tiesu y hay que tratarlo con respeto. Según se vaya dorando, sacámolos y reservamos.
2️⃣ Las verduras, a sudar: Na mesma pota, echamos la cebolla, el puerru, el pimiento y la zanahoria. Dejamos que se sofría todo despacín, con su pizquina de sal pa que saquen el agua y queden bien pochadinos. Añadimos el ajo y, cuando huela que dan ganas de llorar de emoción, echamos los tomates y lo dejamos hacer otros minutinos.
3️⃣ Brandy y fiesta: Subimos el fueu, echamos el brandy y flambeamos con cuidao, que nun queremos que se nos quemen las pestañas. Esto ye pa que el pitu coja un sabor de esos que prestan de verdad.
4️⃣ Que vuelva el pitu al guisu: Ahora echamos otra vez el pitu a la pota, meneamos bien, regamos con el vinu blanco y dejamos que se emborrache un ratín.
5️⃣ El secretu de la paciencia: Echamos la hoja de laurel, el romero y el tomillo, y cubrimos con el caldín o agua. Tapamos y dejamos guisar a fuego bajín unas dos horinas, hasta que la carne esté tierna que casi se deshaga sola.
6️⃣ Últimos toques: Rectificamos de sal y pimienta y, si queremos una salsina más espesa, podemos sacarla, triturarla y volver a echala na pota.
Cómo se come esto, abuela Balbina?
Ay, esto pide pan y cuchara. Con patatinas fritas, con arroz blanco o con una ensalada fresca pa compensar (bueno, esto último ye pal que se sienta culpable, que yo nun lo entiendo). ¡Pero sobre todo, con una buena sidrina pa acompangalu!
Ya ta’l pitu na mesa… ¡Y que nun falte el pan!
Bueno, mis guapinos y guapines, hoy fiximos un plato de esos que huelen a casa, a llumbre y a domingos en familia. Si nun vos ponéis finos con esto, yo ya nun sé qué hacer con vosotros. ¡Hale, a comer y a contarme si os prestó! Y acordaivos de llevar un tuper a la güela, que de guisos como este nunca sobra na.
Vémonos mañana con otra receta de esas que faen retemblar l'alma. ¡Un abrazucu de la Abuela Balbina, que cada día ta más famosa y ya me paran pola calle pa pedime recetas! Vos quiero, ho.