El ‘estafador del chupito’ campa a sus anchas en Avilés: pide, bebe y se esfuma sin pagar

El ‘estafador del chupito’ campa a sus anchas en Avilés: pide, bebe y se esfuma sin pagar

Los hosteleros, entre la indignación y la incredulidad ante un hombre que ya ha engañado a varios bares con su peculiar estrategia nocturna

 

Los bares de Avilés están en alerta máxima ante la presencia de un nuevo y singular personaje que ha decidido desafiar las reglas básicas de la hostelería: pide, bebe y no paga. Conocido ya como el ‘estafador del chupito’, este individuo ha perfeccionado un método que mezcla descaro, velocidad y la fe en que los camareros no querrán lidiar con él a esas horas de la madrugada.

El modus operandi es sencillo pero efectivo: aparece a última hora de la noche, cuando el local ya está medio vacío y el personal está recogiendo. Se acerca a la barra con naturalidad, pide un chupito, se lo bebe con parsimonia y, cuando llega el momento de pagar, suelta su ya célebre frase: “No tengo dinero. Llama a la Policía si quieres”. Acto seguido, emprende una retirada estratégica antes de que nadie pueda reaccionar.

Entre la picardía y el cabreo: la ruta del chupito impago

Su recorrido nocturno por Avilés ha sido documentado en al menos tres bares en los que la estrategia ha tenido diferentes grados de éxito. En el primero, el brindis salió gratis y el hombre se marchó sin mayor inconveniente. En el segundo, la cosa se torció y tuvo que salir huyendo entre gritos de indignación. Y en el tercero, su intento de incursión no llegó ni a despegar: el camarero ya estaba sobre aviso y le cerró el paso antes de que pusiera un pie en el local.

Aunque el asunto pueda resultar hasta cómico, la indignación entre los hosteleros es palpable. “Lo que nos faltaba ya, que nos vengan a hacer turismo etílico gratuito”, comenta con ironía el dueño de un bar afectado. “Si por lo menos tuviera un poco más de imaginación… pero siempre dice lo mismo. Ya ni sorprende”, añade otro afectado.

Contexto de seguridad en Avilés: menos robos, más picaresca

Lo curioso del caso es que llega en un momento en el que, según los datos del Ministerio del Interior, la delincuencia convencional ha disminuido en Avilés durante 2024. Los robos con violencia han bajado, los hurtos han descendido ligeramente y los delitos relacionados con el tráfico de drogas también han mermado. Sin embargo, los ciberdelitos han aumentado y, al parecer, también han evolucionado las estrategias del oportunismo analógico.

Por ahora, el ‘estafador del chupito’ sigue sin ser identificado y, aunque su rastro se pierde en la noche, lo que queda claro es que los bares de Avilés ya están más que preparados para recibirle con una respuesta contundente: chupitos sí, pero a precio de carta.

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