La Junta General aprueba la norma que impulsará la I+D+i, con un modelo propio de investigación y mayor conexión con empresas y universidades.
La ley permitirá la creación del "CSIC asturiano", fomentará la compra pública innovadora y pondrá en marcha bancos de prueba para proyectos experimentales.
Asturias da un salto de gigante en su apuesta por la ciencia y la innovación. La Junta General ha aprobado hoy la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, un marco legislativo pionero que promete transformar el modelo de investigación en el Principado y alinearlo con los estándares nacionales y europeos. La norma ha salido adelante con 44 votos a favor y la única abstención de Vox, consolidando un respaldo político mayoritario a esta estrategia de crecimiento basada en el conocimiento.
La ley establece un incremento progresivo de la financiación pública en I+D+i, garantizando que Asturias avance en convergencia con la media de inversión nacional y europea. “Habrá más recursos para ensanchar las fronteras del conocimiento, innovar y construir futuro”, ha defendido la vicepresidenta del Principado, Gimena Llamedo, durante su intervención en el pleno.
Un "CSIC asturiano" para liderar la investigación en el Principado
Uno de los ejes fundamentales de esta nueva ley es la creación de un organismo científico propio, inspirado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el buque insignia de la I+D+i en España. Este nuevo centro contará con tres escalas profesionales (científico titular, investigador científico y profesor de investigación), configurándose como una auténtica fábrica de conocimiento con estructura estable y proyección internacional.
Innovación en acción: bancos de prueba y compras públicas estratégicas
La norma también introduce mecanismos clave para dinamizar la innovación aplicada. Por un lado, fomentará la compra pública innovadora, un modelo que permite a las administraciones adquirir soluciones tecnológicas avanzadas y punteras. Por otro, dará luz verde a la creación de bancos de prueba experimentales, espacios en los que se podrán testear proyectos de I+D+i en entornos reales, garantizando su viabilidad antes de su despliegue a gran escala.
Asimismo, se pondrá en marcha el Observatorio Asturiano de la Innovación, un centro de inteligencia estratégica donde se recopilarán y analizarán datos sobre la evolución tecnológica en el Principado, facilitando la toma de decisiones basadas en evidencia.
Una política científica moderna para una Asturias más competitiva
“La ciencia debe ser el eje vertebrador del futuro de Asturias. Con esta norma, consolidamos una red de cooperación entre administraciones, empresas, centros tecnológicos, la Universidad de Oviedo y la ciudadanía”, ha destacado Llamedo, quien ha defendido la transversalidad de la I+D+i en el desarrollo económico y social del Principado.
El texto legislativo está diseñado para responder a los retos del siglo XXI, en un contexto global marcado por la descarbonización, la digitalización y la reindustrialización inteligente. En este sentido, la vicepresidenta ha subrayado que la nueva ley posiciona a Asturias como una comunidad atractiva para la inversión, la investigación y el desarrollo de talento, asegurando que la región se convierta en un polo de innovación y conocimiento.
“La ciencia es la clave de bóveda para construir la Asturias del futuro: más verde, más digital, más inclusiva y más competitiva. Con esta norma, reforzamos nuestro compromiso para que el Principado sea un referente en innovación, calidad de vida y sostenibilidad”, ha concluido Llamedo.