En 2014, un grupo de solteros con el corazón partido compró todos los asientos impares de un cine para separar a las parejas en plena cita romántica

Había una vez un 14 de febrero de 2014, en la vibrante ciudad de Shanghái, donde el amor flotaba en el aire… hasta que un grupo de solteros dijo: “¡Pues va a ser que no!” y decidió arruinar el plan de San Valentín a todas las parejitas que soñaban con una velada romántica en el cine.

La estrategia del despecho: Imagina la escena: un cine repleto, parejas ilusionadas que querían acurrucarse durante la película y... ¡sorpresa! Cada asiento impar estaba ocupado por un soltero, dejando los pares libres pero sin pareja al lado. Vamos, que si querías pasarle las palomitas a tu media naranja, casi necesitabas un dron.

¿Quién tuvo esta idea tan maquiavélica?: Un grupo de solteros, cansados de ver tanto amor en el aire, se organizó para comprar todas las entradas impares. ¿Su objetivo? Que nadie disfrutara de San Valentín si ellos no podían. Un poco de “si yo no tengo, tú tampoco”, pero con humor.

Reacciones de todo tipo: Las parejas, entre enfado y risas nerviosas, se vieron obligadas a pasar la velada separadas por un asiento ocupado por alguien que probablemente llevaba una camiseta que decía “Love sucks” y se comía sus palomitas con satisfacción.

Las redes sociales ardieron: Cuando la noticia se hizo viral, las redes estallaron. Muchos solteros aplaudieron la creatividad, mientras que las parejas... bueno, digamos que no les hizo tanta gracia.

Moraleja: El amor puede ser dulce, pero el despecho puede ser creativo. Y, sobre todo, nunca subestimes el poder de los solteros organizados.

“Lo único que faltó fue que los solteros gritaran spoilers durante la película. Pero oye, al menos demostraron que la unión hace la fuerza... aunque sea para separar a otros”.