El cabo Adán Feito, exmilitar mierense de 35 años, ha aceptado una condena de 42 años de prisión tras admitir su responsabilidad en el asesinato y agresión sexual de Tatiana Coinac, la escort moldava de 44 años hallada muerta en su piso de la calle Ámsterdam de Oviedo en marzo de 2023. La confesión, realizada por videoconferencia ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, ha evitado la celebración de un juicio con jurado popular previsto para abril.
Una confesión que estremece Asturias
Feito, que ya cumplía prisión preventiva desde mayo de 2023, ha reconocido cada uno de los escalofriantes detalles del crimen: desde la cita acordada con Tatiana hasta los 57 minutos de horror que vivió la víctima antes de ser estrangulada mediante la técnica militar del ‘mataleón’, tras sufrir una brutal agresión sexual. El tribunal ha dictado una pena de 30 años por asesinato y 12 por violación, además de imponerle una indemnización de 200.000 euros a la familia de Tatiana y 10 años de libertad vigilada tras cumplir su condena.
Un crimen que sacudió Oviedo
El caso conmocionó a la capital asturiana en marzo de 2023. Tras días sin saber de ella, la madre de Tatiana, desde Benicarló, alertó a la Policía, que halló su cuerpo sin vida en la bañera de su domicilio. La investigación, que duró dos meses, acabó con la detención de Feito en Pola de Lena, donde residía con su mujer y su hijo.
El exmilitar, ya conocido por sus antecedentes de abuso sexual a una compañera en 2022, había sido suspendido temporalmente del Ejército, aunque mantenía la intención de reincorporarse. Las pruebas de ADN, las imágenes de las cámaras de seguridad y los registros de sus llamadas fueron decisivos para atar todos los cabos y cerrar un caso que hoy llega a su punto final.
Asturias, conmocionada: “No podemos mirar a otro lado”
La sentencia ha reavivado el debate sobre la violencia machista en Asturias. Colectivos feministas y vecinos de Oviedo ya han anunciado distintas concentraciones exigiendo medidas más contundentes para proteger a las mujeres y evitar que crímenes como el de Tatiana vuelvan a repetirse. El Gobierno del Principado ha manifestado su pesar y ha reiterado la necesidad de que todos los asesinatos de mujeres a manos de hombres entren en las estadísticas oficiales de violencia de género, independientemente de la relación entre víctima y agresor.
Mientras Asturias aún digiere la brutalidad de este crimen, la sentencia pone fin a un caso que marcó un antes y un después en la región. Pero el clamor social es claro: no habrá descanso hasta erradicar la violencia contra las mujeres.