El Gobierno de Asturias ha dado un paso decisivo en la protección de los profesionales sanitarios con la creación del Observatorio de Agresiones, un organismo pionero adscrito al Servicio de Salud del Principado (Sespa). Este nuevo órgano colegiado, aprobado mediante decreto, evaluará y abordará las situaciones de riesgo en los centros y servicios de la red sanitaria pública.
El observatorio, que comenzará a funcionar 20 días después de su publicación en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), no solo se limitará al análisis de riesgos, sino que también servirá como un espacio de diálogo entre el Sespa, las organizaciones sindicales y las fuerzas de seguridad, promoviendo la colaboración para prevenir y gestionar situaciones de violencia.
Más que un observatorio: Prevención y sensibilización
Además de su labor de evaluación, el observatorio impulsará medidas de prevención e intervención para garantizar un entorno seguro tanto para el personal como para los pacientes. Entre las primeras acciones anunciadas, destaca una campaña de sensibilización dirigida a toda la plantilla del sistema sanitario y a la ciudadanía, con el apoyo de los equipos directivos y los servicios de prevención de cada área de salud.
Cifras preocupantes: Radiografía de las agresiones en 2024
A pesar de que en 2024 se registraron 365 agresiones, un 12% menos que el año anterior, los datos siguen siendo alarmantes: el 84% de las víctimas fueron mujeres, principalmente enfermeras y médicas, y un 60% de los incidentes ocurrieron en hospitales. El rango de edad más afectado fue el de 35 a 55 años.
Las consultas hospitalarias y las plantas de hospitalización fueron los escenarios más conflictivos, con 96 ataques cada uno, seguidos de cerca por la red de salud mental y las unidades de psiquiatría. La mayoría de los agresores (78%) eran pacientes, mayoritariamente hombres, mientras que el resto correspondía a familiares o acompañantes. Preocupa especialmente que 156 agresiones fueron perpetradas por personas reincidentes.
Las principales causas de estos incidentes fueron las demandas de los usuarios y las discrepancias sobre actos sanitarios o administrativos. Con la puesta en marcha del observatorio, el Principado de Asturias busca no solo reducir estas cifras, sino también ofrecer un respaldo firme a quienes cuidan de nuestra salud cada día.