El evento, que pasa a llamarse "Vicerrectora Marita Aragón", reconoce la trayectoria de quienes han dedicado décadas a la institución

La Universidad de Oviedo ha celebrado este jueves un acto de homenaje a sus empleados más veteranos, un reconocimiento a quienes han dedicado buena parte de su vida profesional a la institución académica asturiana. 85 trabajadores han recibido las insignias de oro y plata, un distintivo que premia décadas de servicio en la docencia, la investigación y la gestión universitaria.

La ceremonia, presidida por el rector Ignacio Villaverde en el Paraninfo del Edificio Histórico, ha estado marcada por la emoción y el sentimiento de gratitud. El evento ha pasado a denominarse "Vicerrectora Marita Aragón", en honor a la primera mujer que ocupó este cargo en la Universidad de Oviedo, una figura clave en la historia de la institución.

Un homenaje a quienes han hecho grande la universidad

El rector Ignacio Villaverde ha dedicado unas palabras de reconocimiento a los homenajeados, destacando que “las universidades no son solo edificios o aulas, sino las personas que las habitan, que las construyen día a día con su esfuerzo y dedicación”.

“Muchos de vosotros me conocéis desde que era un estudiante universitario, y hoy tengo el privilegio de reconocer vuestra inmensa trayectoria. No quiero hablar de despedidas, porque esta seguirá siendo vuestra casa”, expresó Villaverde con evidente emoción.

En total, se han entregado:
57 insignias de oro, para aquellos con más de 35 años de servicio.
22 insignias de plata, para quienes han superado los 25 años en la institución.
6 insignias a título póstumo, en recuerdo de los empleados fallecidos en 2024.

Marita Aragón, un nombre que deja huella

Uno de los momentos más significativos del evento ha sido el anuncio del nuevo nombre del homenaje, que pasa a llamarse "Acto Vicerrectora Marita Aragón".

Marita Aragón fue una pionera en la Universidad de Oviedo, rompiendo barreras como la primera mujer en ocupar el cargo de vicerrectora. “Fue una universitaria integral, adelantada a su tiempo, que rompió muchos techos de cristal y dejó una huella imborrable en la institución”, recordó el rector.

Con rigor, empatía y pasión por la enseñanza, Aragón dejó una impronta que hoy sigue inspirando a quienes forman parte de la comunidad universitaria.

Una tradición que reconoce el compromiso

El acto de entrega de insignias se ha convertido en una tradición dentro de la Universidad de Oviedo, un reconocimiento al esfuerzo de quienes han dedicado décadas a la formación de generaciones de estudiantes, al avance del conocimiento y al buen funcionamiento de la institución.

Con este homenaje, la universidad reafirma su compromiso con el reconocimiento a sus profesionales y su vocación de mantener viva la memoria de quienes han contribuido a su prestigio.

Porque la Universidad de Oviedo no solo mira al futuro, sino que honra a quienes la han construido con su esfuerzo y dedicación.