Las donaciones cayeron un 30%, pero el apoyo de Caja Rural y la inversión de medio millón de euros en compras permitieron sostener la ayuda
La Fundación Banco de Alimentos de Asturias ha cerrado un año 2024 de grandes desafíos. A pesar de que las donaciones económicas y en alimentos descendieron en torno a un 30%, la organización logró atender a más de 13.500 personas y distribuir 1.271.544 kg de comida a través de 132 entidades sociales.
El descenso en la recaudación no ha sido el único obstáculo. La pérdida de los fondos europeos FEAD y el impacto de la DANA en la Gran Recogida complicaron aún más el panorama, obligando al Banco de Alimentos a recurrir a sus propias reservas y destinar más de medio millón de euros a la compra de productos básicos.
Una alianza clave: el apoyo de Caja Rural de Asturias
Afortunadamente, la colaboración con Caja Rural de Asturias ha sido clave para sostener la labor del Banco de Alimentos. En un encuentro reciente entre el presidente de Caja Rural, Fernando Martínez, y el presidente de la Fundación Banco de Alimentos, Bernardo Sopeña, ambas entidades reafirmaron su compromiso de trabajo conjunto para maximizar la eficiencia de las donaciones y ajustarlas a las necesidades reales de los beneficiarios.
El respaldo de Caja Rural no solo se traduce en 15.000 euros anuales destinados a la compra de productos no perecederos, sino que también ha mantenido la cesión de la nave en Morcín, sede y almacén del Banco de Alimentos desde 2017. Además, en 2024 la entidad financiera destinó más de 550.000 euros a distintas iniciativas de asistencia social, representando un 9,5% de su presupuesto de acción social, que superó los seis millones de euros en total.
La pobreza en España: cifras alarmantes
El impacto de la crisis económica sigue golpeando con fuerza a miles de familias en Asturias y en toda España. Según el informe "El estado de la pobreza 2024", elaborado por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España, el 48,5% de la población residente en el país llega con dificultad a final de mes.
Las cifras son demoledoras: 9,7 millones de personas en España viven en la pobreza, con ingresos inferiores a 916 euros mensuales. Además, el estudio destaca el preocupante aumento de la pobreza moderada y la desigualdad territorial, con barrios donde las condiciones de vida son cada vez más precarias.
Un llamamiento a la solidaridad
En este contexto, la labor del Banco de Alimentos de Asturias es más crucial que nunca. Desde la organización hacen un llamamiento a la ciudadanía y al tejido empresarial para revertir la caída de donaciones y garantizar que ninguna familia se quede sin lo más básico.
La solidaridad de empresas como Caja Rural de Asturias es un ejemplo a seguir, pero el esfuerzo colectivo sigue siendo imprescindible. Con cada aportación, con cada kilo de comida donado, se construye una red de apoyo que marca la diferencia para miles de personas.
Porque la lucha contra el hambre no se detiene. Y con la ayuda de todos, podemos lograrlo.
Pie de foto: de izda a dcha: Liliana Valdés, responsable de Instituciones en Caja Rural de Asturias; Fernando Martínez, presidente de Caja Rural de Asturias y Bernardo Sopeña, presidente Fundación Banco de Alimentos.
