El hallazgo en 2015 de un cadáver con severas malformaciones en una cuneta del Parque Natural de Somiedo fue un misterio sin resolver durante años. Hoy, la investigación ha dado un giro dramático: la jueza del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón ha determinado que la víctima es Luis María J. C., un hombre con parálisis cerebral cuya muerte, lejos de ser un accidente, podría haber sido el resultado de una omisión deliberada por parte de sus propios hermanos, Enrique y Enriqueta J. C. Ambos han sido encarcelados y ahora se enfrentan a acusaciones de homicidio por omisión, fraude a la Seguridad Social, falsedad documental y estafa.

Diez años de ocultación y un fraude millonario

Las pruebas obtenidas recientemente han permitido confirmar la identidad del fallecido a través de una comparación de huellas dactilares con registros oficiales. Lo que parecía un caso de desaparición se ha convertido en un escándalo de proporciones inimaginables: los hermanos de Luis María habrían seguido cobrando su pensión durante diez años, acumulando un monto superior a los 300.000 euros.

En las primeras fases de la investigación, la policía barajó delitos menores como la detención ilegal y el incumplimiento de custodia. Sin embargo, la confesión de los detenidos y la validación de pruebas forenses han llevado la instrucción a una dirección mucho más grave. La jueza sospecha que Enrique y Enriqueta J. C. pudieron dejar morir a su hermano, lo que convierte su presunto delito en un caso de homicidio por omisión.

Un sistema de protección fallido

El caso ha generado un gran revuelo en el ámbito de la protección de personas con discapacidad, evidenciando las lagunas en el sistema de tutela y supervisión. Según expertos, este crimen pudo evitarse con controles más estrictos sobre las personas dependientes y sus cuidadores. La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España, establece la obligación del Estado de proteger a este colectivo contra la explotación y el abuso, pero la historia de Luis María J. C. demuestra que aún queda un largo camino por recorrer.

Justicia y repercusiones

La investigación sigue en curso, y la Fiscalía ha solicitado que se analicen en profundidad las circunstancias exactas de la muerte de Luis María J. C. La jueza ha requerido información sobre la autopsia realizada en su momento, ya que se sospecha que su fallecimiento, inicialmente atribuido a un infarto, podría haber sido el resultado de un deterioro progresivo sin la atención médica adecuada.

Mientras tanto, Enrique y Enriqueta J. C. permanecerán en prisión preventiva sin posibilidad de fianza. La gravedad del caso ha llevado a las autoridades a extremar las precauciones y a considerar nuevas medidas para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse en el futuro. Lo que comenzó como una simple desaparición se ha convertido en una de las historias más oscuras y reveladoras sobre la vulnerabilidad de los más indefensos en nuestra sociedad.