Bueno, guajes y guajas, vamos al lío, que hoy toca receta de las de mojar pan y relamerse los labios. Os voy a enseñar a preparar unas verdinas con marisco que son gloria bendita, un plato que sabe a mar y a casa, de esos que te hacen cerrar los ojos y suspirar con gusto. En Asturias no se perdonan los platos sin fundamento, y este es de los que dan alegría al cuerpo y calorín al alma.
Ingredientes para 4 personas
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500 g de verdinas (alubias verdes)
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8 langostinos o gambones
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200 g de almejas frescas
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200 g de mejillones
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1 cebolla grande
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1 puerro
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1 zanahoria
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3 dientes de ajo
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1 tomate maduro o 2 cucharadas de tomate triturado
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1 hoja de laurel
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1 vasito de vino blanco
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1 litro de caldo de pescado (o fumet casero, que siempre presta más)
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Aceite de oliva virgen extra
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Sal y pimienta al gusto
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Perejil fresco picado
Elaboración: pasito a pasito, sin apuros
1. Preparar las verdinas
Lo primero, poner las verdinas en remojo la noche antes, que estas son finas pero tardonas. Al día siguiente, escúrrelas y ponlas a cocer en una cazuela con agua limpia, laurel, cebolla y zanahoria entera. Déjalas a fuego lento durante aproximadamente una hora y media, sin prisas, que las cosas buenas llevan su tiempo.
2. Preparar el marisco
Mientras las verdinas van haciendo su trabajo, toca encargarse del marisco. Limpia bien los mejillones y las almejas y ponlos en una sartén con un chorrito de vino blanco para que se abran al vapor. Ese jugo que sueltan es oro puro, guárdalo bien. Los langostinos, peladitos y listos. Las cabezas y cáscaras, ni se te ocurra tirarlas, que con eso hacemos un fumet de chuparse los dedos.
3. Sofrito con fundamento
En una sartén con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, sofríe a fuego lento la cebolla, el puerro y los ajos picadinos. Cuando esté todo doradito y con ese olor que abre el apetito, añade el tomate triturado y deja que se haga con calma.
4. Juntar y mimar el guiso
Cuando las verdinas estén tiernas, retira la cebolla y la zanahoria y añade el sofrito. Remueve con mimo y añade el caldo de pescado y el jugo de las almejas y mejillones. Deja que cueza todo junto unos 15 minutos más, para que los sabores se quieran bien.
5. El toque final
Ya casi lo tenemos. Añade los langostinos, almejas y mejillones y deja que se cocinen 3-4 minutinos más, no más, que el marisco no quiere sobremesas en la cazuela. Prueba de sal y pimienta, y si está como debe, apaga el fuego y deja reposar.
Consejinos de la abuela Balbina
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No me revolváis las verdinas a lo loco, que son delicadas y no queremos hacer puré.
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El caldo casero siempre manda. Si puedes, haz uno con las cabezas del marisco y espinas de pescado. Maravilla pura.
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Deja reposar el guiso un rato antes de servirlo. En casa siempre digo que los guisos buenos tienen que descansar, como la gente de bien.
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Si os sobra, al día siguiente está aún mejor. Es de esos platos que con el tiempo, ganan solera.
Y ahora, mis queridos cocinillas, me dicen en Asturias Mundial que quieren ver quién soy. A mí me da vergüenza, que nunca me ha gustado salir ni figurar, pero bueno, una fotina para que me echéis en cuenta. Y si me veis por la calle, saludadme, que yo a veces voy muy distraída y no me entero de casi nada…
Con todo mi cariño ...
Vuestra abuela Balbina