El tractor: una herramienta imprescindible convertida en una trampa mortal en el campo asturiano

El tractor: una herramienta imprescindible convertida en una trampa mortal en el campo asturiano

Un hombre de 59 años cae por un desnivel de 60 metros con su tractor en Amieva y reabre el debate sobre la alta siniestralidad en el sector agrícola

 

El campo asturiano vuelve a teñirse de tragedia. Un nuevo accidente con un tractor ha dejado en estado grave a un hombre de 59 años en el concejo de Amieva, tras caer con su vehículo agrícola por un desnivel de 60 metros en una zona boscosa de difícil acceso. Su rescate, llevado a cabo por los Bomberos del SEPA y los servicios sanitarios, requirió de un polipasto de 80 metros para poder extraerlo y trasladarlo finalmente al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Este dramático suceso ocurre apenas diez días después de otro accidente mortal en Tineo, donde un hombre perdió la vida atrapado por su tractor mientras labraba su huerta. La lista de siniestros relacionados con este tipo de maquinaria sigue creciendo, convirtiendo el trabajo en el campo en una de las profesiones más peligrosas en España.

Los tractores, una trampa mortal para los agricultores

Según datos de la Fundación Mapfre, en España han muerto más de 1.000 personas en accidentes con maquinaria agrícola entre 2010 y 2019. De estos, 880 casos estuvieron relacionados con tractores, y en el 59% de los siniestros, la causa principal fue un vuelco. Aún más preocupante es el hecho de que en el 91% de estos vuelcos, el tractor carecía de estructuras de protección o las tenía desactivadas.

En Asturias, esta estadística no es ajena. En 2022, se reportó una media de cuatro fallecimientos anuales por accidentes con maquinaria agrícola, lo que ha encendido las alarmas entre agricultores y autoridades. El envejecimiento de la población rural, la falta de renovación de los vehículos agrícolas y la ausencia de medidas de seguridad adecuadas han convertido el uso del tractor en un alto riesgo laboral.

Un problema con múltiples factores

La siniestralidad en el sector agrícola no se debe solo a la falta de medidas de seguridad en la maquinaria. El abandono de la formación en prevención de riesgos laborales, la ausencia de un mantenimiento adecuado y la presión económica sobre los pequeños agricultores contribuyen a que sigan ocurriendo accidentes mortales en el campo. A esto se suma la orografía complicada de Asturias, donde muchas explotaciones agrícolas se encuentran en terrenos montañosos y con grandes desniveles, aumentando el peligro de vuelcos y caídas.

“Las condiciones de trabajo en el campo son duras y, muchas veces, los agricultores trabajan en solitario. Si ocurre un accidente y no hay nadie cerca, la situación se agrava”, explica un portavoz de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Asturias.

Soluciones urgentes para un problema crónico

Para evitar que el uso del tractor siga cobrándose vidas, expertos en seguridad laboral y organizaciones agrarias han insistido en la necesidad de implantar medidas urgentes. Algunas de las soluciones propuestas incluyen:

  • Obligatoriedad de sistemas de protección antivuelco (ROPS) en todos los tractores en uso.
  • Campañas de sensibilización y formación en seguridad para agricultores.
  • Incentivos para la modernización de la maquinaria agrícola.
  • Desarrollo de sistemas de alerta automática en caso de vuelco, como los que ya se han implementado en algunas regiones de España.

El Gobierno del Principado de Asturias, por su parte, ha reconocido la gravedad del problema y ha anunciado que se revisarán las normativas de seguridad en maquinaria agrícola, aunque los sindicatos insisten en que las medidas deben ser inmediatas.

El campo asturiano, motor de la tradición y la economía rural, no puede seguir siendo un escenario de tragedias. Con cada nuevo accidente, la urgencia de una respuesta efectiva se hace más evidente. Mientras no se implementen cambios reales, el tractor seguirá siendo una herramienta esencial, pero también un peligro latente para quienes trabajan la tierra.

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