Las borrascas atlánticas tomarán el control del clima en el Principado, dejando un reguero de precipitaciones, tormentas y nevadas en las montañas
Asturias se enfrenta a una semana marcada por el azote del invierno en su versión más cruda. La llegada de varias borrascas atlánticas, favorecida por un bloqueo anticiclónico en el norte de Europa, abrirá la puerta a un desfile incesante de frentes cargados de agua, viento y nieve, afectando a gran parte de la comunidad autónoma.
La tregua meteorológica ha terminado. Tras jornadas de cierta estabilidad, el tiempo dará un vuelco radical, con una sucesión de perturbaciones que convertirán el Principado en un escenario de temporal invernal. Las lluvias se intensificarán a lo largo de la semana, los vientos arreciarán y la nieve se abrirá paso en las cotas más altas, dificultando la movilidad en puertos de montaña y dejando imágenes de pleno invierno en la Cordillera Cantábrica.
Un arranque de semana marcado por la lluvia y la humedad
Hoy la comunidad ha amanecido bajo cielos encapotados y un ambiente cargado de humedad. Las lluvias, aunque débiles y dispersas en un primer momento, ganarán protagonismo en la mitad occidental, dejando acumulados significativos en zonas de montaña.
Brumas y nieblas matinales complicarán la visibilidad en el interior, especialmente en las primeras horas del día.
Las temperaturas, aunque sin cambios bruscos, mantendrán mínimas frescas y máximas en ligero descenso.
El viento soplará con rachas moderadas del sur en la cordillera y del este en la costa, alcanzando los 40-50 km/h en algunas zonas expuestas.
Pero esto no es más que el principio.
La tormenta perfecta: borrascas en cadena y un jueves crítico
Si bien el arranque de la semana será un aviso de lo que está por venir, será entre el miércoles y el jueves cuando Asturias se verá golpeada con mayor dureza. Una borrasca fría recorrerá la región de oeste a este, desatando un episodio de lluvias persistentes y tormentas localmente fuertes.
Las precipitaciones serán continuas y generalizadas, con especial incidencia en la vertiente cantábrica, la zona central y los valles interiores.
El viento se reforzará, con rachas que podrían superar los 60-70 km/h en cotas altas y el litoral, generando un temporal marítimo severo.
La nieve hará acto de presencia en la Cordillera Cantábrica, con cotas iniciales por encima de los 1.500 metros, pero descendiendo progresivamente.
Este episodio supondrá un desafío para la movilidad en puertos de montaña, donde se esperan acumulaciones considerables de nieve, y para el tráfico marítimo en la costa, donde el fuerte oleaje podría alcanzar los 5-6 metros de altura.
Los modelos meteorológicos apuntan a que las lluvias más intensas podrían dejar más de 50 l/m² en algunas comarcas, lo que eleva el riesgo de crecidas de ríos y posibles desbordamientos en zonas vulnerables.
El invierno no se rinde: nieve y frío en el horizonte
Aunque no se espera una ola de frío extrema, las temperaturas sufrirán altibajos significativos. En la segunda mitad de la semana, la llegada de aire más frío desde el Atlántico podría provocar una caída de la cota de nieve hasta los 1.200-1.300 metros, dejando acumulaciones en las principales montañas asturianas.
Las heladas volverán a hacerse presentes en zonas altas, especialmente en la madrugada, complicando la circulación en puertos como Pajares, San Isidro y Leitariegos.
En las ciudades costeras, las temperaturas se mantendrán relativamente suaves, pero con una sensación térmica notablemente inferior debido al viento húmedo del noroeste.
Un fin de semana con incertidumbre: ¿llega una DANA?
El desenlace de esta semana de temporal aún es incierto. A partir del viernes, los modelos meteorológicos insinúan la posibilidad de que una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) afecte a la Península Ibérica.
Si finalmente se forma y su trayectoria se confirma, el fin de semana podría traer más inestabilidad, con nuevas precipitaciones, tormentas y un refuerzo del viento.
Los acumulados de lluvia podrían superar los 100 l/m² en algunas zonas si la situación se prolonga.
El oleaje seguiría siendo intenso, afectando a los puertos y el tráfico marítimo.
La nieve seguiría cayendo en la cordillera, con acumulaciones adicionales.
Este escenario, aunque probable, aún debe confirmarse en los próximos días.
¿Qué nos espera en lo que queda de febrero?
El invierno ha vuelto con fuerza, y las previsiones a medio plazo sugieren que la tendencia inestable podría prolongarse. Aunque por ahora no se vislumbra una ola de frío extrema, los frentes atlánticos seguirán llegando, asegurando un febrero húmedo y con nieve en cotas altas.
Después de semanas de incertidumbre meteorológica, Asturias vuelve a su clima más característico, ese que ha forjado su paisaje verde y sus montañas imponentes. Pero para quienes esperaban una tregua del tiempo invernal, la realidad es clara: el temporal ha llegado para quedarse.