Recetas de una abuela asturiana: caldereta de pescado y marisco (como se hizo siempre en casa)

Recetas de una abuela asturiana: caldereta de pescado y marisco (como se hizo siempre en casa)

¡Ay, fíu! Si hay algo que calienta el cuerpo y el alma en un día frío de invierno, eso es una buena caldereta de pescado y marisco. Esto no es solo un plato, esto es un homenaje a los pescadores de Luarca, de Cudillero, de Lastres… A los que salían al mar con el frío metido en los huesos y volvían con la bodega llena de merluza, pixín, andaricas y lo que diera el día.

En casa, la caldereta se hacía en una olla bien grande, con lo que había: un poco de pescado de roca, algún trozo de merluza, almejas, gambas… Todo cocido despacito con su buen sofrito y ese caldito que sabe a gloria bendita. Ahora, vamos al lío, que hay que comer caliente y bien.

INGREDIENTES (para 4 personas de buen comer, que aquí no pasamos fame)

Pescado fresco: 300 g de merluza, 300 g de pixín (rape) y si puedes, algún pescado de roca para dar sabor (cabrachu, gallineta).
Marisco: 8 gambas, 6 cigalas, 250 g de almejas o mejillones, 1 andarica (nécora) partida en dos.
Verduras para el sofrito: 1 cebolla grande, 2 dientes de ajo, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo.
Tomate: 2 tomates maduros rallados o 200 g de tomate triturado.
Patatas: 3 grandes, que espesen el caldo como Dios manda.
Vino blanco: Medio vaso, que esto no es solo para beber.
Caldo de pescado casero: 1 litro (si no tienes, agua y espinas de pescado cocidas con una hoja de laurel).
Pimentón dulce: 1 cucharadita, que le da el toque justo.
Aceite de oliva virgen extra: Un buen chorro.
Sal y pimienta: Al gusto, pero sin pasarse.
Perejil fresco: Para espolvorear al final, que queda muy guapo y le da aroma.

PASO A PASO: COMO SE HIZO TODA LA VIDA

1️⃣ Lo primero, el sofrito. En una olla bien grande, calienta un buen chorro de aceite y sofríe la cebolla picada fina con los ajos, los pimientos troceados y una pizca de sal. Cuando esté pochadín, añade el tomate rallado y deja que se cocine hasta que reduzca bien.

2️⃣ El secreto del sabor. Añade una cucharadita de pimentón dulce, remueve rápido y echa el vino blanco. Deja que evapore el alcohol, que aquí queremos sabor, no cogernos una trompa.

3️⃣ Hora del caldo. Añade el caldo de pescado y deja que hierva. Mientras, pela y corta las patatas en cachelos (rompiéndolas al final del corte para que suelten el almidón y espesen el caldo). Agrégalas a la olla y cocina a fuego medio unos 15-20 minutos.

4️⃣ Los bichos al agua. Cuando las patatas estén casi listas, añade el pescado troceado y el marisco. Primero las almejas y los mejillones (si usas), para que abran. Luego las gambas, las cigalas y la andarica. Y por último, el pescado en trozos grandes, que no se deshaga.

5️⃣ Toque final. Deja que hierva todo junto 5 minutinos más. Apaga el fuego, tapa la olla y deja que repose 5 minutos antes de servir. Espolvorea con perejil fresco picado.

CONSEJOS DE LA ABUELA

El caldo casero marca la diferencia. Si tienes tiempo, haz un fumet con espinas de pescado, la cabeza del pixín, un puerro y una hoja de laurel. Verás qué sabor.

No remuevas mucho al final. Mueve la olla con movimientos circulares en vez de meter la cuchara, así no se te romperá el pescado.

El marisco fresco es clave, pero si no tienes, puedes hacerla con marisco congelado, que también queda bien.

Si sobra, mejor que mejor. Como todos los guisos, la caldereta está incluso más rica al día siguiente.

Y AHORA, A COMER CON FAME

Sirve la caldereta bien caliente, con un buen trozo de pan de escanda y, si se tercia, un vasu de sidra natural. Y acuérdate siempre de los pescadores que nos trajeron estos manjares del Cantábrico.

¡Que lo disfrutes, fíu, y que nun falte nunca una buena cuchara en la mesa! 

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