Noche de alta tensión en el Cantábrico: el naufragio que destapó un alijo de 400 kilos de cocaína

Noche de alta tensión en el Cantábrico: el naufragio que destapó un alijo de 400 kilos de cocaína

Un rescate inesperado que llevó a un golpe al narcotráfico en Asturias

Las olas rompían con furia contra la costa de San Esteban cuando, en plena madrugada del miércoles 5 de febrero de 2025, una llamada anónima alertó a Salvamento Marítimo: una embarcación con cabina tenía una vía de agua y estaba en peligro a unas tres millas de la costa de Muros de Nalón. La información era escasa, pero la situación exigía una respuesta inmediata.

El Helimer 401, el helicóptero de Salvamento Marítimo con base en El Musel (Gijón), despegó en cuestión de minutos. A las 5:15 a.m., tras una intensa búsqueda en la oscuridad, los rescatistas lograron izar a tres hombres, de nacionalidad francesa y origen argelino. Tiritaban de frío y parecían desorientados. Fueron trasladados en un primer momento al Hospital de Jove, donde se les atendió por síntomas de hipotermia, aunque sin lesiones de gravedad. Su historia era confusa y sus respuestas evasivas. Nadie imaginaba lo que estaba a punto de emerger del mar.

La cocaína flotaba en el Cantábrico

Horas después del rescate, el Helimer 401 regresó al punto del naufragio para verificar posibles vertidos de combustible. La sorpresa fue mayúscula: siete bolsas negras, similares a las utilizadas en el tráfico de drogas, flotaban a la deriva. La Guardia Civil fue alertada de inmediato y, al inspeccionar su contenido, confirmó lo que ya se sospechaba: cocaína de alta pureza, en cantidades millonarias en el mercado negro.

La operación se intensificó. La lancha motora no se había hundido completamente, lo que permitió a las autoridades remolcarla hasta el puerto de El Musel en Gijón. En su interior encontraron más fardos de droga, elevando el peso total del alijo a 400 kilogramos de cocaína. Un hallazgo que convertía la operación en uno de los mayores golpes al narcotráfico en Asturias en los últimos años.

Un cuarto implicado en tierra y conexiones internacionales

Mientras los especialistas de la Benemérita realizaban narcotest y pesajes, la investigación dio un nuevo giro: un cuarto hombre, de nacionalidad española, fue detenido en tierra. Su conexión con los rescatados aún está bajo análisis, pero las primeras hipótesis apuntan a que formaba parte de la red logística que recibiría la droga una vez descargada en la costa.

La hipótesis más sólida de la Unidad Central Operativa (UCO) es que la lancha había recogido la droga en alta mar, procedente de un buque nodriza aún sin identificar. Este modus operandi es habitual en las redes de narcotráfico que operan en el Cantábrico, donde embarcaciones de gran calado descargan la mercancía a pequeñas lanchas rápidas que la llevan a la costa.

¿Vínculo con otros casos?

El hallazgo de este alijo coincide en el tiempo con otro suceso que ha llamado la atención de los investigadores: el descubrimiento de un fardo de más de 20 kilos de cocaína en la playa de Oleiros, en Cudillero, apenas unos días antes. Sin embargo, los narcotraficantes suelen marcar sus cargas con logos distintivos, y en este caso, los identificadores de ambas partidas no coinciden, lo que sugiere que pertenecen a bandas criminales diferentes.

Investigación en curso y destino de los detenidos

Los tres náufragos rescatados fueron trasladados a los calabozos del cuartel de Contrueces y, posteriormente, a la comandancia asturiana de la Guardia Civil en Oviedo, donde permanecen a la espera de pasar a disposición judicial. Aunque no hay confirmación oficial, todo apunta a que su comparecencia ante el juez se producirá en las próximas horas.

Mientras tanto, la investigación sigue abierta. La Unidad de Análisis e Investigación de la Guardia Civil trabaja en posibles conexiones con otras redes internacionales de tráfico de drogas, y no se descarta que haya más detenciones en los próximos días.

El Cantábrico ha vuelto a ser testigo de un episodio digno de una película de acción, pero esta vez con un final inesperado: lo que comenzó como un rescate marítimo terminó con uno de los mayores decomisos de droga en la región y una red criminal al descubierto. La gran pregunta sigue en el aire: ¿cuánto más hay por descubrir en las aguas del norte?

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